Cuando hablamos de seguridad, podemos encontrar muchas definiciones las cuales todas apuntan a la calidad de “seguro”. También muchos profesionales adoptan como definición el uso de sistemas, métodos, procedimientos unidos al factor humano para la prevención de riesgos con el fin de minimizar, neutralizar actos inseguros propios o de terceros a los efectos de proteger bienes materiales personales o corporativos.
Partiendo de esta base también podemos decir que la seguridad es también un estado de ánimo, el cual se basa en nuestro entorno, en nuestro interior, con lo cual entramos de lleno a un problema que tiene el hombre de nuestro
tiempo.
La violencia y la delincuencia en muchos de nuestros países vienen teniendo un incremento que muy pocos profesionales nos aventuramos a predecir y aquellos que lo expresamos no fuimos tenidos en cuenta.
Esto deja un margen para que el ciudadano común comience a convivir en un estado de inseguridad, indefeccion generado por su entorno y desde el Estado que lo marca a fuego en su interior.
Lo que lo lleva de alguna manera a ese simple ciudadano a ser un idóneo en el tema de su propia seguridad. Quedando librado al azar o criterio personal para organizar las medidas tendientes a la protección.
Adoptando quizás medidas no acordes para la prevención de la inseguridad que día a día lo va cercando.
Un viaje en colectivo puede ser una trampa, ir a un banco también, ir de compras, salir a cenar, disfrutar de una reunión en familia, cruzar una avenida, hoy día lleva a todos los ciudadanos a tomar medidas de prevención a los efectos de resguardar sus propios bienes y el más preciado de todos su vida como la de su familia.
Para recordar y fundamentar solo basta que usted repase los titulares policiales de cada uno de los periódicos que tienen circulación en su ciudad.
Malas técnicas, malos procedimientos, seguridad que no cumple sus funciones. Y no me refiero únicamente a la seguridad privada sino también a la seguridad pública, aquella que el propio Estado debe brindar a todo ciudadano, acorde a como lo establecen las leyes madres de cada nación.
El Estado se arroga el derecho de la seguridad en todos los aspectos, pero es hoy el Estado el propio generador de la inseguridad, la cual habita en cada uno de nosotros, debido a que el Estado no cumple con la premisa
fundamental de protegernos, con esto no quiero decir que quiero tener a un policía o un gendarme en mi casa las 24 horas del día, quiero decir que la política de prevención que debería tener mi Estado dista de ser una
realidad.
Aquí la realidad es que las fuerzas de seguridad no previenen, el Estado no previene y no sólo me refiero a los órdenes de la seguridad física, sino en todas sus funciones referidas a la seguridad, en la atención medica, seguridad jurídica etc., convirtiendo lo que denominan sensación de inseguridad en una marcada realidad, viendo que son superadas las necesidades de los ciudadanos por el delito exponiéndolos a vivir en un estado de indefensión, ante el avance del mismo.
Como diría un amigo estamos corriendo con las mangueras para apagar el fuego antes que ir caminando tranquilos para prevenirlo. Por lo expuesto podemos llegar a la conclusión que la inseguridad es producto de nuestra propia seguridad, la cual no cumple acabadamente con sus tareas.
Aquí no es cuestión de echarle la culpa a todos los policías que diariamente patrullan su barrio o el mío, sino a la conducción orgánica y política de turno, la cual desde un escritorio ve cómo caen sus hombres y no modifican ni generan medidas acordes a la actualidad delictiva que cada país vive.
La falta de una política de Estado clara sobre este flagelo en particular, la unión de criterios, la consulta con los profesionales de seguridad, marcan con meridiana claridad que estamos alejados a los hechos los que no dejan de acosarnos.
La función de toda policía (Estado) así como la de la Seguridad, es la de prevenir, minimizar riesgos, cosa que no sucede y dista mucho de la realidad en la cual nos encontramos inmersos.
Aquí hoy no encontramos llorando y lamentando nuestras perdidas o nuestras victimas, sean civiles o policiales., etc. Dejando pasar el tiempo y tomando medidas extemporáneas, sobre la tipología delictiva que nos asola.
A modo de reflexión y en forma de pregunta me y le traslado lo siguiente:
¿Dónde está la prevención? ¿Cuál es? ¿Es mi Seguridad segura? ¿Dónde quedó la función del Estado de protegerme?
¿Tiene interés el Estado en protegerme? ¿Es el Estado partícipe necesario para que se cometan los delitos? Existe una coexistencia pacífica y económica entre quienes deben protegerme y los delincuentes?
A modo de reflexión personal algún lego jurisconsulto podría generar una acusación al propio estado por incumplimiento de sus funciones.
¿Existe relación directa del Estado en la Trata de Blancas, en La piratería del Asfalto, en la producción y comercialización de la droga, en la prostitución?
O es todo esto una simple sensación como muchos dicen.
El delincuente aprovecha estas falencias producto de prácticas obsoletas de conducción, falta de presupuesto, falta de idoneidad, falta de medios, falta de una política de Estado encaminada a un trabajo en conjunto entre la Seguridad Publica y Privada.
Tome el tiempo de hacer una simple suma, la cantidad de hombres afectados a la Seguridad Publica, más la cantidad de hombres de seguridad Privada, cuantos serian los ojos que estarían previniendo el delito, súmele los ciudadanos comunes y tiene un efecto multiplicador en la prevención etc.
Esto no es nada nuevo, no es descubrir la pólvora pero recuerde que ante la no intervención, la indiferencia, el no te metas, etc., propia y del Estado origina un axioma: “La ocasión hace al ladrón”.
Además debemos tener muy en cuenta que no es solo una mala conducción, una falta de prevención, sino también por una política de bajos sueldos en la institución, que lleva al personal policial a realizar servicios adicionales extras antes o después de sus tareas habituales, lo que implica que un hombre para alcanzar sus necesidades básicas de sustento, pase 12 ó 16 horas cumpliendo funciones.
Esto es una locura. Tanto usted como yo podemos coincidir que es una profesión de riesgo la del policía. Cómo le vamos a pedir y exigir atención, reacción a un hombre que pasó horas en tareas de patrullaje o prevención.
Ni hablar si durante su turno tuvo un enfrentamiento armado. Creo que al mejor cazador en estas situaciones se le escapa la presa. Es lo mismo que pedir peras al olmo.
Súmele a esto la falta de continuidad en capacitación de los hombres que nos deben proteger.
Agregue también la corrupción, no debemos olvidar también que existen entre aquellos que nos deben proteger, bandas organizadas que nada tienen que ver con nuestra protección, por el contrario se suman al accionar delictivo.
Agregue leyes blandas, demoras en la justicia, cárceles que se ven sobrepasadas en su población, unidades de detención que sirven para realizar el post grado de delincuente y no para su rehabilitación.
¿De qué seguridad podemos estar hablando?
Vivimos presos en nuestros domicilios, con rejas en todas partes, con cerraduras dobles, con alarmas, pero también con una sensación amarga que tuvo principio y no tiene fin, que nos lleva a tomar determinaciones, como la compra de un arma, cambiar de vecindario, sospechar de cada uno que viene a golpear nuestra puerta, etc., con todo lo que esto implica en definitiva todos vamos por el camino de decir y asegurar que la seguridad que debe brindarme el Estado es culpable de la Inseguridad que nos toca vivir.
Así mismo podemos decir que el Estado busca definiciones grandilocuentes para definir el Delito y su propia esencia, siendo que de manera simple se puede llegar a conocer la esencia del delito más allá de los modus operandi que tenga el accionar delictivo.
Para la concreción de un delito cualquiera que fuere su naturaleza existen cuatro factores fundamentales que una vez unidos propician la consumación del mismo este son:
1. MOTIVO – TENTACION.
2. OPORTUNIDAD DE SORPRENDER.
3. OCUPAR EL MENOR TIEMPO POSIBLE.
4. CORRER EL MENOR RIESGO POSIBLE.
Esto nos lleva a cada uno de nosotros a entender de manera clara y meridiana que el delito por más complejo que fuere tiene sus orígenes o su esenia en estos cuatro valores o pilares donde se sustenta.
Esto es lo que debe entender la misma ciudadanía y el Estado para poder llevar a cabo una política de prevención racional sobre el accionar del delito. Acá no hace falta grandes definiciones por mas exactas que fueren para decirle al ciudadano y al Estado la realidad de las cosas.
Algunos profesionales del Seguridad hace ya varios años atrás definieron a estos cuatros factores como el Famoso Cuadrado del Delito.
Conociendo la esencia misma del Delito estamos en condiciones de poder de alguna manera contrarrestar el accionar del mismo dentro de la Seguridad Publica, Privada y Personal, aunando sistemas, métodos, procedimientos y tecnología para esta tarea.
Recordando un viejo axioma, Conoce las debilidades propias y de tu enemigo estarás en condiciones de enfrentarlo y vencerlo.
Esto que muchos años fue escrito por la filosofía oriental en el libro el Arte de la Guerra, fue aplicado en la actualidad en distintos campos como ser la economía, el marketing etc., como no podemos aplicarlos nosotros mismos, el Estado, La Seguridad Publica, La Seguridad Privada.
En beneficio de los que en forma unilateral somos usuarios de la Seguridad en todos los campos que ella conforma.
No estoy hablando de otra cosa que no sea el FODA, aplicado como decía anteriormente en distintas organizaciones o empresas para ver su posición frente al mercado y sus competidores.
¿Qué significa FODA?
1. FORTALEZAS: Propias y Ajenas en esta caso el Delito.
2. OPORTUNIDADES: Propias y Ajenas en esta caso también del Delito.
3. DEBILIDADES: Propias y Ajenas que poseemos en este caso también del delito.
4. AMENAZAS: Propias y Ajenas a las cuales nos encontramos expuestos como así también el delito.
Conociendo esto estamos en condiciones de dar batalla en todos los campos al delito en su propio escenario, en su misma concepción y esencia,
Haciendo una comparación dentro de la táctica y estrategia Militar para enfrentar una batalla vamos a contraponer a este cuadrado del delito lo que se llama equiparación de fuerzas es decir a modo de ejemplo si ellos pelean con cuatro lo mínimo qué debo hacer es igualar las fuerzas,
Al cuadrado del delito le contraponemos elementos que hagan que el accionar delictivo no llegue a nosotros, desista de su accionar contra lo nuestro y se dirija hacia otro lugar, creo que es simple y más aun si existe por parte del estado esa posibilidad, en medios, en hombres en tecnología etc.
A esto lo llamaremos pilares de la Seguridad.
1. OBSERVACION.
2. PREVENCION.
3. SEGUIMIENTO.
4. ANALISIS.
5. DISUSACION.
6. REACCION.
Partiendo del conocimiento del cuadrado del Delito realizamos nuestro propio FODA, para contrarrestar o minimizar los riesgos a los cuales me encuentro o nos encontramos expuestos.
Todo esto visto de una visión Sistémica u Holística
Definición de la RAE con relación a las palabras empleadas:
Sistémico, ca.
1. adj. Perteneciente o relativo a la totalidad de un sistema; general, por oposición a local.
2. adj. Med. Perteneciente o relativo a un organismo en su conjunto.
Holismo.
1. m. BIOL. Método de estudio genético de poblaciones, basado en el conocimiento de las propiedades de los elementos tanto como en sus relaciones.
2. BIOL. Concepto según el cual la totalidad de un sistema completo, como una célula o un organismo, es funcionalmente mayor que la suma de sus partes.
Si bien dentro de los pilares mencionados anteriormente no debemos olvidarnos de las definiciones que los profesionales de seguridad denominan.
Niveles de Planificación de la Seguridad.
• Estratégica.
• Táctica.
• Operativa.
• Puestas en forma o practica inmediata en el plazo inminente.
• Puesta en formas o practica Mediatas en un plazo no muy lejano.
• Puesta en forma o práctica en Largo Plazo.
Lo que lleva a las instituciones Públicas y Privadas relacionadas con la seguridad a realizar una verdadera planificación de la misma, dando origen a los que denominamos el Ciclo Operacional de la Seguridad.
El Cual se muestra en la siguiente pagina en forma de grafico.
Para todo esto como decíamos anteriormente de debe plantear una política sobre el tema en particular
¿Qué es una política?
Una política, según el Diccionario Espasa Calpe, es una “Orientación, directriz”. La definición de Política Ambiental según ISO 14.001.Of 97 es:
“Declaración formal que efectúa la organización de sus intenciones y principios en relación con su desempeño global que proporciona un marco para la acción y para el establecimiento de sus objetivos y metas………..”
La política debe ser definida por la alta Dirección El Estado y debe asegurar que ella:
• Sea apropiada a la naturaleza, escala e impactos de sus actividades, productos o servicios;
• Incluye el compromiso del mejoramiento continuo y prevención;
• Incluye el compromiso de cumplir con la legislación y reglamentación pertinente y con otros requisitos
Suscritos por la organización.
• Proporcionar el marco de trabajo para establecer y revisar los objetivos y metas;
• Sea documentada, implementada, mantenida y comunicada a todos los empleados;
• Se encuentre a disposición del público, del ciudadano.
Además una política debería considerar lo siguiente:
• Misión, visión, valores y principios centrales de la organización;
• Requisitos de y comunicación con las partes;
• Mejoramiento continuo;
• Prevención de desviaciones;
• Principios rectores;
• Coordinación con otras políticas organizacionales;
• Condiciones específicas, locales o regionales;
• Cumplimiento de los reglamentos, leyes y otros criterios pertinentes que la organización ha suscrito en todos los ámbitos controlando las posibles desviaciones que se generen las correcciones o aplicación de sanciones pertienentes.
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