Durante este transcendental año para la Seguridad Privada española, se ha dado continuidad a importantes citas para el sector en forma de congresos, seminarios, jornadas y eventos de todo tipo que han venido a mantener el pulso y la necesaria actividad en momentos tan delicados como los que estamos atravesando.
No han importado las dificultades coyunturales que se hayan podido presentar en cada momento, el sector ha sabido encararlas y salir airoso.
En la Administración Pública y, por ende, en la esfera de la Dirección General de la Policía, también hemos tenido que afrontar retos y hemos procurado aportar las mejores las soluciones posibles. Es por eso que, junto a nuestra especial responsabilidad ante la Seguridad Privada española, y como garantes de su control, hemos querido contar siempre con su valioso concurso para el mejor cumplimiento de nuestra misión al servicio de la seguridad de los españoles.
Esa fue una decisión que, retomando una práctica ya existente, enseguida incorporamos a nuestro Plan Estratégico Institucional, haciendo de la colaboración con el sector de la Seguridad Privada un eje fundamental de actuación horizontal a todo el Plan.
En desarrollo de esa línea estratégica, desde el Cuerpo Nacional de Policía, con la Unidad Central de Seguridad Privada como mascarón de proa, hemos trabajado intensamente a lo largo de estos tres últimos años, y hemos logrado unos resultados que nos permiten a todos afrontar el futuro con más confianza.
El Plan Red Azul y el Programa PIENSA, junto con las múltiples actuaciones derivadas de estas acertadas iniciativas, son sólo dos muestras –muy valiosas–, del espíritu que anima al Cuerpo Nacional de Policía en su relacion con la Seguridad Privada.
Igualmente, desde la Dirección General de la Policía, estamos satisfechos por haber contribuido, junto a otros tantos actores, a configurar el nuevo marco normativo de la Seguridad Privada en España; de hecho, hemos dejado nuestra impronta en el nuevo texto legal.
La Ley de Seguridad Privada es una hermosa realidad gracias al concurso, entre otros, del Cuerpo Nacional de Policía, que ha aportado tanto las ideas como el impulso necesario para conseguir transformar ese proyecto en una realidad.
La Seguridad Privada en España también afronta retos y alguna problemática; de cara a su resolución y mejoras es por lo que trabajamos a diario desde nuestra competencia. Lo que nos anima es que, fruto de este trabajo conjunto, la Seguridad Privada española se encuentra en una mejor posición y situación que la existente en otros muchos países de nuestro entorno político, geográfico, social, económico y cultural.
España cuenta en este momento con un modelo de seguridad que no sólo es homologable con el de los países más avanzados, sino que en muchos de sus aspectos resulta un ejemplo a seguir. La Seguridad Privada española, su modelo legal y de colaboración con la seguridad pública, se encuentra entre los aspectos más destacados de nuestro modelo de seguridad.
De estas y de otras muchas cuestiones toca ocuparse en este III Congreso Nacional, cuya organización ha sabido anticiparse a los problemas mediante el trabajo profesionalizado de la mayoría de sus representantes, logrando sintetizar en un documento las propuestas para el nuevo Reglamento de Seguridad Privada.
Pueden estar seguros de que en el ámbito de competencia de la Policía Nacional tendremos muy en cuenta todo lo que pueda debatirse de cara al desarrollo reglamentario que nos ha sido encomendado, y que ya viene conduciendo nuestra Unidad Central de Seguridad Privada.
Fuente: seguritecnia.es