La capital de Venezuela ha registrado más de 200 muertes en las dos primeras semanas de diciembre, en lo que se está perfilando para ser el año récord de homicidios mientras los residentes más ricos reaccionan invirtiendo miles de dólares en medidas de seguridad adicionales.
Entre el 1 de diciembre y el 14 de diciembre, 222 cadáveres fueron llevados a la morgue de Bello Monte, en Caracas, informó El Universal. Durante el último fin de semana, entre el viernes por la tarde y domingo por la mañana, la ciudad fue testigo de al menos 25 muertes.
En respuesta a los altos niveles de homicidios, los ciudadanos de Venezuela están gastando miles de dólares en cercos eléctricos, cámaras de seguridad, vehículos blindados y botones de pánico, informó El Nacional. Sólo en Caracas, hay diez empresas dedicadas al blindaje de vehículos. Una de estas empresas -que cobra US$20.000 dólares por la instalación de blindajes básicos- señaló que al mes recibe 40 llamadas de individuos interesados en blindar sus vehículos.
Según El Nacional, los residentes también están instalando sistemas de GPS en sus vehículos para que puedan localizarlos en caso de un robo, así como sistemas que permiten a los propietarios desactivar de forma remota sus vehículos. Algunas familias también están contratando guardaespaldas para llevar a sus hijos a la escuela.
Análisis de InSight Crime
Aunque El Universal no especificó cuántos de los 222 cadáveres fueron víctimas de asesinato, hay indicios de que 2014 podría llegar a ser un año récord para los homicidios en Venezuela. Sin embargo, es poco probable que el gobierno admita esto. Las protestas contra el gobierno a principios de este año, junto con una situación económica en picada, precipitaron una crisis de seguridad cuando los manifestantes se enfrentaron con la policía y los colectivos armados. Mientras tanto, el papel del país como nación de tránsito para los cargamentos de cocaína de Colombia y la presunta participación de las fuerzas de seguridad en la actividad ilegal sin duda alguna han empeorado la situación de seguridad.
Sin embargo, es poco probable que las cifras oficiales reflejen estos factores. Venezuela es conocida por adulterar sus estadísticas del crimen y es probable que lo vuelva a hacer en 2014. En septiembre, el ministro del Interior de Venezuela afirmó que los homicidios habían disminuido en un 18 por ciento en las primeras 34 semanas del año.
En lugar de ello, los niveles de crimen y violencia se ven reflejados en las medidas extremas que los venezolanos están tomando para protegerse. La aparente incapacidad del gobierno para proteger a sus ciudadanos -junto con la falta de confianza en la policía- ha llevado a los residentes a invertir miles de dólares en medidas de seguridad.
Desafortunadamente, es poco probable que la situación mejore en 2015. El desplome de los precios del petróleo ha debilitado aún más la economía de Venezuela, y sin duda alguna, la inestabilidad política seguirá creando un terreno fértil para la actividad criminal.
Fuente: es.insightcrime.org