Quito empieza a ver los resultados de implementar estrategias de videovigilancia IP en sus calles por la reducción en infracciones de tránsito, delitos y capturas en flagrancia, entre los beneficios.
El sistema de seguridad, que en la actualidad incorpora más de 2.500 cámaras en el conjunto del territorio ecuatoriano, ha permitido que la tecnología se convierta en una de las grandes aliadas de las autoridades para proteger a los ciudadanos. Tradicionalmente la inseguridad en las calles ha sido uno de los flagelos con los que han tenido que convivir las ciudades latinoamericanas.
En el país, gracias al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911, en 2013 se desmantelaron 4.381 bandas delictivas. Este servicio llegó con más de 1.700 cámaras de vigilancia que se ubicaron en 14 provincias para ayudar a combatir la delincuencia en las ciudades. El gobierno anunció que Ecuador aumentará en 250 los puntos de videovigilancia en seis provincias fronterizas del norte y del sur del país. El proyecto forma parte de las acciones que, con un presupuesto total de diez millones de dólares, implementará el ECU-911 entre 2015 y 2017.
“Una cámara instalada cuesta al país aproximadamente 10.000 dólares, pero si esa sola cámara detiene cuatro o cinco procesos de contrabando en el año, es pagada cinco veces”. Indicó el director del servicio integrado de seguridad (ECU-911), César Navas. “Lo que se está viendo es que las cámaras de seguridad son elementos de video vigilancia clave a la hora de pensar en soluciones de protección a las ciudades”.
“Con el objetivo de crear una cultura vial Quito ha implementado 63 cámaras de fotomultas que operan desde el Lunes 12 enero de 2015 y durante los primeros días de aplicación de la medida se ha evidenciado una disminución de las infracciones”, sostuvo Darío Tapia, director de la AMT. “El lunes 12 se validaron 345 faltas, el martes fueron 339, el miércoles 271 y el jueves 247. En las vías hay más orden. Las intersecciones ya no son bloqueadas. Los peatones tienen un espacio seguro para transitar”.
Es así como diferentes gobiernos alrededor del mundo han entendido que la inseguridad no solo impide a las personas tener una buena calidad de vida, sino que también puede llegar a frenar planes relevantes de gobierno relacionados con turismo e inversión. Ante esta situación, han empezado a abundar los ejemplos de ciudades que logran reducir sus niveles de inseguridad con los sistemas de videovigilancia en las calles.
Fuente: ventasdeseguridad.com