Entre las competencias más apreciadas en el liderazgo actual, está la inteligencia emocional del individuo. Hace unos meses atrás, me referí a ella en un artículo publicado en este espacio sobremodelos mentales para vencer la adversidad. En la complejidad de este mundo, la inteligencia emocional está directamente vinculada con la habilidad para percibir, evaluar y expresar emociones adecuadamente. El líder debería ser emocionalmente maduro para afrontar las situaciones difíciles o adversas. Más específicamente, el líder con baja inteligencia emocional se va a “fracturar” en momentos de presión, dejando a su organización vulnerable en escenarios de crisis.
En esta oportunidad voy a explorar otra característica deseable en el líder y emocionalmente maduro. Se trata de la capacidad de persuasión.
El líder persuasivo cuenta con la valiosa herramienta de inclinar la balanza hacia su forma de pensar o abordar las situaciones. La persuasión bien empleada, es clave en la transformación positiva de la organizaciones hacia culturas más proactivas y preventivas de la seguridad.
Aquí señalo 10 características del líder persuasivo:
- Conoce a su audiencia: del conocimiento de quién lo escucha obtienen la ventaja para hablarles en su lenguaje y llegarles de forma más asertiva.
- Se conecta: aceptan el punto de vista de aquel que trata de convencer y construyen sus argumentos con las ideas de la audiencia. No se enganchan en pequeñas discusiones ni ven al otro como a un adversario a quien debe vencerse.
- No insiste más de lo necesario: la gente persuasiva establece sus ideas desde la asertividad y la confianza, sin insistencia o agresividad. En apariencia se conforman con poco, son pacientes y perseverantes en sus posiciones, que las van escalando hasta lograr sus objetivos.
- Emplea un lenguaje corporal positivo: los gestos, las expresiones y el tono de voz, prepara al interlocutor a una mejor apertura para argumentos difíciles de aceptar. La actitud entusiasta, el contacto visual y expresarse con los brazos extendidos favorece aquello que se explica. Cuando se trata de persuasión, el Cómo es en ocasiones, más importante que el Qué.
- Es claro y conciso: el que sabe persuadir comunica sus ideas rápida y claramente.
- Es genuino: ser honesto es esencial para ser persuasivo. A nadie le gusta lo falso. La gente sigue aquello que le parece verdadero porque sabe que pueden confiar. Concentrarse en motivaciones genuinas hace al líder un modelo que quiere seguirse.
- Hace buenas preguntas: a la gente le gusta saber que la están oyendo. Una buena manera de hacerlo es interactuar a través de preguntas asertivas e interesantes que reten al interlocutor a expresarse de la mejor forma posible. Además, es una excelente forma de conocer a la audiencia.
- Muestra una visión: el líder persuasivo usa imágenes poderosas para expresar sus ideas. Cuenta historias que crean verdaderas fotos del futuro en sus interlocutores. Imágenes fáciles de recordar y difíciles de olvidar.
- Deja una fuerte primera impresión: las primeras impresiones están íntimamente atadas a un lenguaje corporal positivo. La postura, un buen apretón de manos y una sonrisa ayudarán a crear una impresión fuerte y buena.
- Sabe cuándo retroceder: la urgencia es una amenaza directa a la persuasión. Cuando se trata de forzar a otro a convencerse de manera instantánea, se atenta contra la razón del interlocutor y no se le respetan sus posiciones. Las ideas nuevas y buenas son con frecuencia difíciles de procesar en un inicio. Retroceder frente a interlocutores no convencidos genera un espacio sano de meditación y ofrece oportunidad posterior para replantear las ideas.
El líder persuasivo sabe combinar con destreza estos rasgos y la práctica continua los perfecciona, reafirmando la madurez emocional del individuo. La persuasión es una herramienta poderosa, que se puede aprender. Para las organizaciones resulta muy atractivo tener gente persuasiva en sus filas más aun cuando se requiere guiar gente en entornos complejos.
Basado en el libro Inteligencia Emocional 2.0 del Dr.Travis Bradberry
Fuente: De mi autoria publicado en inspirulina.com