El gobierno dominicano anunció el miércoles el cierre temporal de sus cinco consulados en el vecino Haití con el argumento de que no existe seguridad en ese país para su funcionamiento y en lo que representa un nuevo capítulo en las tensiones bilaterales.
El cierre fue determinado luego de que tres de las oficinas fueron escenario de protestas por parte de haitianos que aseguran que sus compatriotas son objeto de frecuentes de violaciones a los derechos humanos en República Dominicana.
Tras una marcha multitudinaria el 25 de febrero en Puerto Príncipe, algunos de los manifestantes lanzaron piedras contra el consulado dominicano y dos de ellos subieron al techo de la oficina, bajaron la bandera la quemaron ante la ovación de la multitud.
«Las agresiones sufridas por las misiones dominicanas en el vecino país han impedido el desenvolvimiento normal de las labores», indicó Miguel Medina, vocero de la cancillería en conferencia de prensa.
Detalló que las «recurrentes agresiones» contra los consulados ponen «en peligro la integridad física del personal».
Explicó que el canciller Andrés Navarro envió una carta a su similar haitiano Duly Brutus en la que le explica que las oficinas estarán cerradas «hasta tanto la administración del presidente Michel Martelly ofrezca garantías de protección adecuada».
La embajada dominicana en Puerto Príncipe continuará sus labores con normalidad.
La manifestación del 25 de febrero fue organizada por una asociación de abogados y grupos civiles luego de que el cuerpo de un inmigrante haitiano fue hallado ahorcado y colgado de un árbol, con manos y pies atados, en un céntrico parque de la ciudad dominicana de Santiago.
Navarro había explicado que la protesta fue motivada «por una total desinformación», ya que según la investigación de la fiscalía y de la policía los principales sospechosos del homicidio son haitianos.
El diplomático había advertido que su gobierno ha sido paciente antes las agresiones contra los consulados, «pero es necesario que las autoridades de Haití entiendan que la paciencia tiene límites».
De forma previa a la manifestación de febrero, un grupo de haitianos protestó en enero frente al consulado en el pueblo fronterizo de Anse-a-Pitre contra el arresto de varios de sus compatriotas detenidos cuando pescaban en aguas territoriales dominicanas.
Los manifestantes ingresaron a la oficina y retuvieron durante varias horas al personal consular.
Las relaciones entre ambos países que comparten la isla La Hispaniola alcanzaron una de sus mayores tensiones a partir del 2013, cuando Haití prohibió sin previo aviso la importación de varios productos agrícolas dominicanos y el Tribunal Constitucional de República Dominicana ordenó abrir juicios individuales para anular la nacionalidad de las personas nacidas entre 1929 y 2007 de padres extranjeros sin permiso de residencia, en su gran mayoría de origen haitiano.
Fuente: seguridadenamerica.com.mx