Esta técnica aprovecha los sensores de movimiento, posición y ambiente para aprender los gestos que el usuario suele hacer cuando inicia una llamada, toma fotos o utiliza el del móvil para escanear una tarjeta de crédito.
Algunos ejemplares de malware ya abusan de estas capacidades móviles y los expertos consideran que esta tendencia seguirá en aumento.
La tecnología desarrollada en Birmingham puede controlar estos tres servicios y comprobar, cuando haya intentos de acceder a ellos, si vienen acompañados de los típicos gestos que realiza el usuario instintivamente al ejecutar estas acciones. Si no es así, seguramente se trate de ataques externos.
La investigación, que conllevó la recolección de datos de escenarios de la vida real para entrenar a la tecnología, mostró que es posible detectar diferentes gestos y utilizarlos para distinguir entre las acciones iniciadas por el usuario y las automatizadas con un alto nivel de precisión.
Los investigadores de la UAB presentaron sus hallazgos en la conferencia IEEE PerCom la semana pasada, y tienen planes para comercializar la tecnología en el futuro.
Fuente: pcworld.es