Cuando la seguridad es nuestra responsabilidad

La cultura de prevención es factor fundamental a considerar si deseamos minimizar la posibilidad ser víctima del delito.

Al realizar actividades de capacitación en medidas preventivas de seguridad, normalmente inicio las sesiones preguntando a los participantes quién es el responsable de nuestra protección. La respuesta en casi el 100% de los casos es…el Estado.

Si bien es muy cierto que los organismos de seguridad tienen una decisiva participación en resguardar la integridad de los ciudadanos, no es de su exclusiva competencia.

El comportamiento y los hábitos de conducta de cada uno de nosotros, son factor fundamental en el éxito o el fracaso de las iniciativas que en nuestra contra tenga la delincuencia.

Todo delito se enmarca en un triángulo conformado por las motivaciones del delincuente (sobre las cuales no tenemos capacidad de influencia), unos medios de comisión o recursos (a los que no podemos evitar que tenga acceso) y una oportunidad (que sí nos es de nuestra competencia).

Al  suceder un delito y más aún cuando somos víctimas de ello, normalmente entramos en una “fase de reflexión” en la cual analizamos si de alguna forma nos sentimos “responsables de lo que ocurrió”.

Cuando conversamos con las víctimas sea de un secuestro, un robo, una estafa, entre otras modalidades, nos encontramos casi siempre con la común expresión: algo me decía que sucedería.

¿Podríamos decir entonces que estamos conscientes que dimos la oportunidad al delincuente? Un importante número de las veces es así.

Una vez estando en cuenta de esta situación, tenemos la obligación de analizar cuál fue el comportamiento que facilitó el delito.

¿Si circulamos en la vía y hablamos por el teléfono celular no damos la oportunidad a que se cometa un delito? ¿Si en el lugar de trabajo dejamos en el escritorio un estado de cuenta bancario o un recibo de servicio público no ofrecemos una información sensible? Cuando colocamos en Facebook las fotos de nuestros hijos con el uniforme que identifica el colegio donde estudian, ¿no estamos dando pistas para un secuestro? Si nuestro vehículo tiene calcomanías del colegio de nuestros hijos, el conjunto residencial donde vivimos, el club del que somos socios y la empresa donde trabajamos ¿No damos datos donde ubicarnos?

Los delincuentes disponen de herramientas para ampliar la información de su víctima potencial. Está en nosotros facilitar o no esa búsqueda.

No dejemos en los organismos oficiales toda la responsabilidad.

Analicemos hasta dónde somos responsables de nuestra propia seguridad.

@alfredoyuncoza