Las secretarías de Defensa Nacional, Marina y Gobernación tienen interés en adquirir vehículos no tripulados, conocidos comúnmente como drones, para reforzar su flota actual.
“Estamos en conversaciones con todas (las dependencias) y cada una tiene diferentes niveles de interés”, dijo Dexon Guzmán, director de Desarrollo de los Negocios de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento de Insitu, la subsidiaria de Boeing especializada en vehículos no tripulados.
Guzmán explicó en entrevista que las aeronaves no tripuladas con fines militares se utilizan para vigilancia, labores de inteligencia (recolección de imágenes o voz) o reconocimiento (monitoreo de zonas). “Información clave para la toma de decisiones”.
Insitu fabrica en Estados Unidos tres modelos: ScanEagle, Integrator y BlackJack, los cuales pueden realizar trayectorias de vuelo de forma autónoma, hasta por 24 horas. Es decir que tienen capacidad para sobrevolar una determinada zona y obtener información (imágenes o sonidos) durante un día entero.
Guzmán dijo que los equipos de Insitu no deberían ser considerados como simples drones, pues el término corresponde a vehículos ‘no inteligentes’ guiados por control remoto (usando frecuencias de radio), que pueden sobrevolar distancias cortas, y que eran originalmente utilizados como blanco de aviones de caza.
Integrator es el drone más grande de Insitu, el cual alcanza una velocidad de vuelo de hasta 167 kmh (Foto: Cortesía)
Mientras que los equipos que ellos buscan comercializar en México se tratan de vehículos no tripulados completamente autónomos, capaces de realizar una trayectoria de vuelo por varias horas y realizar recolección de datos.
Tampoco se tratan de unidades pequeñas, el Scan Eagle, uno de los drones más famoso de la compañía mide más de tres metros de ancho, por uno y medio de largo, y es capaz de alcanzar un velocidad máxima de vuelo de hasta 148 kilómetros por hora. El vehículo es utilizado por la Fuerza Area y Naval de Estados Unidos.
El directivo detalló que el costo de cada sistema (compuesto por lanzador, recuperador, avión y centro de control) varía dependiendo del modelo, número de aviones y uso, pues el cliente puede solicitar funciones específicas como sensores infrarrojos.
La adquisición de estos vehículos puede ser por adjudicación directa, por invitación o por licitación.
La semana pasada Insitu tuvo un acercamiento con las dependencias durante la primera Feria Aeroespacial México, organizada por la Sedena.
“El Gobierno de México es un buen cliente de Boeing y siempre estamos buscando maneras de mejorar los negocios”, añadió Guzmán.
Al cierre del primer trimestre del año, la subdivisión de defensa, espacio y seguridad de Boeing generó ganancias por 6,709 millones de dólares (mdd), equivalente al 30% de los ingresos totales de la firma.
El Gobierno federal cuenta con, al menos, nueve vehículos aéreos no tripulados o drones, al servicio de la Policía Federal, la Sedena, la Semar y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2015 contempla una partida de 2,119.2 mdp para subsidiar ocho proyectos de adquisiciones de aeronaves para la Sedena, y otros 2,408.9 mdp para otros nueve proyectos de la Semar.
Fuente: seguridadenamerica.com.mx