La Dirección de Seguridad de la casa de estudios tramita recursos para reparar las unidades de patrullaje dañadas. No hay material para imprimir las calcomanías colocadas en los vehículos que ingresan a las instalaciones y tampoco hay suficientes vigilantes.
Aunque se acordó reforzar la vigilancia a las afueras de la Universidad Central de Venezuela (UCV) para minimizar las acciones delictivas, los controles internos siguen siendo una tarea pendiente para la directiva de seguridad de esa casa de estudios.
Albert España, jefe de seguridad de la UCV, manifestó que los tres vehículos habilitados para patrullar el campus están accidentados. De las 20 motos existentes operan 13. «Se está gestionando los recursos para reparar las unidades dañadas y optimizar la vigilancia en las instalaciones», dijo.
Agregó que la venta de las calcomanías para controlar el ingreso de vehículos se reactivo, pero no hay material para imprimir nuevas etiquetas. Sin embargo, el personal de vigilancia indaga a los visitantes hacia dónde se dirigen y cuánto tiempo van a permanecer en la institución.
Otro factor que limita las labores de custodia es el déficit de personal de custodia interna. De un total de 50 hombres, hay 17 funcionarios que prestan servicios de forma rotativa en puertas, haciendo recorridos en moto por el campus y en respuesta inmediata. Se requieren al menos 30 efectivos para estas áreas, pero algunos están en proceso de jubilación y otros se encuentran enfermos.
Cuatro de los cinco accesos a la universidad son custodiados por la Policía Nacional y Policaracas, a excepción de la entrada aledaña a los estadios.
«Ayer el director de Policaracas, Eduardo Serrano, prometió que en cada entrada permanecerían cinco efectivos para prevenir asaltos en las áreas de acceso a la universidad. Desde las 5:30a.m. de este viernes no solo efectivos de la Policía del Municipio Libertador hay en cada punto, también fueron destacados agentes de la Policía Nacional. Sin embargo, la entrada hacia los estadios, donde se reporta el mayor número de robos está desprovista de vigilancia. No habían patrullas», dijo Eliana Gómez, estudiante.
Gómez comentó que en la entrada de los estadios se reportan entre dos y tres robos diarios. «Allí la vigilancia debe ser permanente. La semana pasada dos sujetos interceptaron con un cuchillo a un compañero de clases para que les entregara el celular. No le quedó otra opción que darle el teléfono», dijo la alumna de tercer semestre de Ingeniería.
Fuente e imagen: eluniversal.com