Ambos grupos coinciden en que la protección de las contraseñas es un prioridad, aunque lo hacen de forma diferente. Un 73 por ciento de los expertos confían en gran medida en los gestores de contraseñas que las almacenan y protegen en un único lugar, mientras que sólo el 24 por ciento de los no expertos los emplean.
Diferencias sustanciales
Pese a esta coincidencia, hay notables diferencias. Por ejemplo, el 35 por ciento de los expertos y solo el 2 por ciento de los no expertos afirmaron que la instalación de actualizaciones de software era una de sus principales prácticas de seguridad. Los expertos reconocen las ventajas de las actualizaciones.
Este punto no lo tienen muy claro los no expertos. Es más, e muestran preocupados sobre los riesgos de seguridad potenciales de las actualizaciones de software.
Por otro lado, el 42 por ciento de los no expertos y sólo el 7 por ciento de los expertos afirmaron que el uso de software antivirus era uno de los tres principales mecanismos que utilizaban para mantenerse seguros en Internet. Los expertos, según Google, reconocieron los beneficios del software antivirus, pero expresaron su preocupación sobre la capacidad de dicho software para ofrecer a los usuarios una falsa sensación de seguridad, porque no es una solución infalible.
Fuente: pcworld.es