Charlie Miller y Chris Valasek han sido los hackers que han puesto en evidencia que es posible controlar un coche conectados con una simple conexión a Internet. Ambos fueron capaces de tomar el control de un Jeep Cherokee mientras el reportero de Wired Andy Greenberg estaba conduciendo, empezando por interferir en los altavoces del coche y el aire acondicionado para luego cortar la trasmisión en medio de una autopista interestatal.
No ha sido fácil para ellos, ya que ha supuesto tres años de investigación pero lo cierto es que sólo necesitaron un portátil conectado a un teléfono Sprint para realizar la conexión. Eso es, según explicaron, porque el sistema Uconnect de Jeep funciona con la red de Sprint.
Miller y Valasek mostrarán su trabajo en la conferencia de expertos en seguridad Black Hack, que se celebrará el próximo mes, pero no incluirán el código que reescribe el firmware del coche. Sin realizar una extensa labor de ingeniería inversa, los atacantes sólo tendrían acceso al control del climatizador y a algunas funciones del panel de mandos. No obstante, han estado trabajando con Chrysler en un parche que podría estar listo antes de la conferencia.
Al mismo tiempo, la revista Wired informa de que dos senadores estadounidenses Ed Markey y Richard Blumenthal introducirán una enmienda a la legislación actual que establezca medidas de seguridad más estrictas con respecto a los coches conectados.
Estos hackers estiman que habría unos 471.000 coches vulnerables actualmente en las carreteras. De cara al futuro, con cada vez más coches conectados en circulación, la seguridad en este ámbito se convierte en nuevo imperativo para el sector del automóvil.
Fuente e imagen: pcworld.es