Mientras las grandes empresas de todo el mundo buscan maneras de sobrevivir, la mafia italiana vive una era dorada. Las varias organizaciones criminales italianas – a menudo agrupadas coloquialmente como Mafia Inc. –están adquiriendo estaciones de servicio, franquicias de supermercados, haciendo préstamos a negocios, comprando restaurantes y edificios en elegantes barrios en Roma y Milán.
Esos mafiosos tienen lo que le falta a muchos empresarios en estos días – liquidez – además de una gran experiencia en aprovecharse de los vulnerables, cuyas filas han aumentado en esta crisis global.
Todo eso significa que el hampa está en condiciones de invertir dinero en dos áreas que están en el corazón del desplome financiero: los mercados de crédito y bienes raíces. El crimen organizado nada en miles de millones de euros generados por extorsión, tráfico de drogas y las ventas de copias falsas de ropa de alta costura, producidas en China expresamente para ellos, un sector cada vez más lucrativo que el narcotráfico en momentos en que los consumidores buscan baratijas.
Oportuno.
Para los capos mafiosos italianos, el desplome financiero mundial es «simplemente una oportunidad», dijo el fiscal antimafia Franco Roberti en su oficina en Nápoles, la caótica ciudad portuaria que es la sede de la Camorra, uno de los mayores sindicatos del crimen en Italia. Italia ha conseguido algunos éxitos espectaculares en la lucha de decenios contra la Mafia, capturando a altos jefes, convenciendo a miembros renegados a que declaren en las cortes y alentando a ciudadanos comunes a resistirse a extorsiones. Pero el hampa sigue creciendo, y sus esfuerzos en años recientes para adquirir porciones en negocios legítimos están dando grandes resultados en la actual crisis.
En Roma, en los lujosos barrios, los mafiosos están adquiriendo inmuebles, dijo el fiscal Giancarlo Capaldo. En pesquisas de lo que Capaldo describió como «indicios» de que los hampones han comprado hoteles, restaurantes y cafés en Roma, la policía confiscó bienes de algunos de esos negocios, aunque los establecimientos continúan abiertos.
«Estos lugares son bien administrados porque ellos quieren ganar dinero», dijo Capaldo, que declinó identificar los establecimientos, limitándose a decir que «usted encontrará algunos en las guías de turismo».
La oficina del fiscal confiscó también concesionarias de autos en Roma de manos de presuntos camorristas o sus aliados.
«La Camorra gana el dinero aquí en el sur, pero lo invierte en actividades legales en el norte», dijo el general de la policía de aduana e impuestos Giovanni Mainolfi en Nápoles.
En Milán no se nota.
Si los mafiosos construyesen palacios en el sur, “llamarían la atención, pero si lo hacen en Milán no se nota”, dijo Mainolfi. En una operación llamada “dinero fácil” la policía confiscó este año un hotel en el exclusivo balneario toscano de Punta Ala, así como un supermercado, dos Ferraris, una estación de servicio en la región norteña de Reggio Emilia y otras propiedades, por 30 millones de euros. Se piensa que todos esos negocios eran propiedad de la Camorra y alimentados por las ganancias del narcotráfico.
El centro de estudios Eurispes, con sede en Roma, estimó que en 2008, “Mafia Inc.” ganó 130.000 millones de euros —un 8% del producto interno bruto de Italia— casi la mitad de ello por el narcotráfico. Eurispes, que analiza tendencias sociales, económicas y delictivas, dijo que los préstamos ilegales generaron unos 12.600 millones de euros de esos ingresos. El centro calculó que unos 180.000 negocios obtuvieron sus préstamos, directa o indirectamente, a través del crimen organizado en Italia.
La crisis financiera global ha tenido gran impacto en Italia y por ahora es demasiado pronto para determinar cuántas ganancias adicionales podría conseguir el crimen organizado. Pesquisas determinaron que a medida que lavan sus ingresos ilegítimos, los mafiosos transfieren su dinero del empobrecido sur del país, donde están basados, al centro y el norte de Italia.
En marzo, los servicios italianos de inteligencia advirtieron en un reporte que el creciente desempleo y la caída del crédito podrían ayudar a los sindicatos criminales a extender sus tentáculos alrededor de amplias secciones del sector empresarial del país, incluyendo supermercados, bienes raíces y turismo.
La usura.
Un motor central del creciente fortalecimiento del hampa -la vieja práctica de usura– está en auge, en momentos en que los bancos se aferran al efectivo, lo que permite a la mafia presionar a empresarios legítimos. Los mafiosos se aprestan a “adquirir el control de negocios en dificultades, especialmente por medio de su práctica de usura”, además de “comprar bienes colocados en el mercado por empresas que sufren crisis de liquidez”, dice el reporte de inteligencia.
Las nefastas predicciones parecen nacidas de quejas de empresarios.
SOS Impresa, un cabildo empresarial italiano dedicado a combatir el crimen organizado, estimó en un informe que «la Camorra ha multiplicado por 10, 100, quizás 1.000 veces su penetración en el tejido social, aumentando su presencia en las empresas de nuestro país, en Europa y en el mundo”.
Fuente: forodeseguridad.com