Claves de prevención para estudiantes

La pasada semana una pareja de estudiantes de educación secundaria, decidieron tener un encuentro íntimo en Caracas. Una vez que habían sido transportados al centro de estudios por sus representantes, ambos se retiraron encontrándose en un lugar previamente acordado. Regresaron a sus residencias a altas horas de la noche.
Los padres no sólo compartieron la indignación y vergüenza por el reprochable acto, sino la terrible angustia por la incertidumbre que los jóvenes fueran víctimas de algún tipo de delito, lo que afortunadamente no fue así. Por ser familias amigas me contactaron para recibir algunas recomendaciones sobre medidas de prevención, las cuales considero convenientes compartir.
Trabajo en equipo. Las medidas de prevención y el cambio de los hábitos no sufren ningún efecto en el núcleo familiar si solamente son practicadas por algunos de sus miembros. Todos deben estar en conocimiento de los riesgos generales y particulares a los que pueden estar expuestos, y  todos tener conciencia que de no cumplir el papel que les corresponde, se convierten automáticamente en el eslabón débil que el delincuente va a aprovechar para atacar. Los protocolos sobre cómo reaccionar ante ciertos eventos, deben compartirse y estar seguros que se entienden y pueden efectivamente ser aplicados.
Comunicación. En todo momento los jóvenes deben estar en capacidad de comunicarse con terceros, así como de ser ubicados y para ello hay múltiples alternativas. Sin importar el modelo de teléfono celular que tenga asignado, debe estar con capacidad de operación lo que se traduce en carga de baterías y saldo. Empezar el día con un equipo a media carga es correr el riesgo de quedarse incomunicado cuando más se le necesite. Por otra parte, si se trata de un teléfono inteligente, existen aplicaciones gratuitas que permiten ubicar el equipo en tiempo real y con márgenes de error bastante aceptables. En Brasil desde hace poco más de dos años, hay disponibilidad de uniformes escolares que incorporan accesorios GPS para localizar al estudiante y minimizar el riesgo de secuestro. En Venezuela la opción del GPS personal es una alternativa a considerar. El personal de transporte escolar debe recibir formación sobre las medidas preventivas de seguridad básicas que puede desarrollar durante su labor.
Bajo perfil. Sucede que algunos estudiantes circulan por las ciudades antes o después de su jornada escolar. Se hace necesario mantener una imagen sencilla, de poca o ninguna ostentación. La manipulación en lugares públicos de celulares, tablets, computadoras o portar relojes y joyas de «alta gama», los identifica fácilmente ante los delincuentes como objetivos de robos o secuestros. Otra alternativa de esparcimiento muy utilizada especialmente por los estudiantes universitarios, es acudir a las llamadas «calles del hambre» a altas horas de la noche. Allí se corre el riesgo de ser seleccionado como víctima, por delincuentes que frecuentan los alrededores de esos negocios. Aunque los delitos pueden ocurrir en cualquier lugar, hay zonas más expuestas que otras las cuales deben estar previamente identificadas, para ser evitadas en los trayectos. En el caso de los escolares, es importante no colocar sus datos tales con nombre y grado en el exterior de los morrales y maletines, ya que con ello facilita a cualquier extraño intentar abordar al joven con  información que brinda confianza. En cambio, en el interior del uniforme pueden incorporarse en material impermeable,  un teléfono de contacto y el grupo sanguíneo; lo que será muy útil en caso de accidentes.
Redes sociales. Los jóvenes por su innata naturaleza y gracias a las tecnologías disponibles hacen uso de las diversas redes sociales como medio de comunicación. Las mismas son de extrema utilidad pero en la misma medida son fuente de información que de no ser protegida, facilita la ocurrencia de delitos. Por ejemplo, deben evitarse compartir como públicas, fotografías donde aparezcan los jóvenes con el uniforme de la casa de estudios ni mencionar la dirección y el nombre de la misma u horarios de clases. Esto permite su ubicación con facilidad en tiempo y espacio. En general hay que desarrollar el criterio de la confidencialidad y restricción de acceso a la información personal.
Centros de estudio. Los tiempos cambian y así como evolucionan las modalidades del delito y se unen los delincuentes; los centros de estudios, los representantes y los estudiantes deben establecer y fortalecer alianzas en pro de la seguridad. La instalación de cámaras y sistemas de grabación, controles de acceso, protocolos de seguridad y capacitación en el tema a la comunidad son necesarios. No debe olvidarse que el delincuente evalúa las condiciones de seguridad de las instalaciones y siempre va a optar por la que presente menos obstáculos para su labor. La comunicación con los organismos de seguridad de su localidad es necesaria.
Los jóvenes pueden evitar ser víctimas si hacen de la prevención un hábito.
@alfredoyuncoza