La inseguridad es, sin duda, uno de los temas que a diario están en la mente de los colombianos. Sin importar si van por la calle, por un centro comercial, saliendo de sus hogares o en un transporte público, sienten que corren peligro. Y no es para menos: muchas de las aperturas de los noticieros nacionales son capturas de delincuentes o encuestas con alarmantes cifras de robo. Sin embargo, aunque en el imaginario colectivo es el país más inseguro del mundo, cuando se compara con otros de América Latina, el panorama cambia un poco.
Felipe Lagos, gerente general de Alto Colombia, compañía chilena especializada en el seguimiento y control de pérdidas, la delincuencia y el hurto, opina: “Me atrevería a decir que este es un país bastante seguro en lo que respecta a las personas y al comercio, comparado, por ejemplo, con Chile, donde los guardas no pueden portar armas, o con México, donde el tema es más de bandas, o Brasil, que tiene zonas bastante fuertes. Aquí al menos no es común ver que roban un cajero automático en un centro comercial o un asalto en una tienda. La inseguridad no es de bandas, la cosa es mucho más tranquila”.
¿Cuáles son las modalidades de robo más usadas?
Lo que sucede hoy es que los delincuentes tienen mucha más información, no son tan impulsivos como para robar por robar, sino que analizan más al cliente, conocen los horarios en los que hay más seguridad, en los que hay más flujo, no llegan y roban porque sí. Dado que las empresas han trabajado mucho más en las líneas de seguridad en el frente de poner cámaras y alarmas, los ladrones han empezado a atacar la logística, bien sea en la ruta de un camión o clonando tarjetas, suplantando identidades.
¿Los comerciantes son conscientes del impacto que tiene la inseguridad en sus negocios?
Absolutamente y están dispuestos a invertir. Hay algunos con problemáticas menores que con buenas ventas pueden suplir los desfalcos, pero en el caso de las empresas de mayor escala ya tienen sus departamentos de prevención de pérdidas o de seguridad, e invierten tanto en personal como en cultura y tecnología. En los robos no todos los casos son iguales. Hay compañías que sólo invierten en charlas y capacitaciones para sus empleados, y les ha funcionado.
¿Qué tan costoso es invertir en seguridad?
Hay soluciones para cada segmento. Un supermercado por ejemplo, debido a la demanda de robos que tiene, requiere una inversión mucho más alta que la de una tienda que está dentro de un centro comercial. En promedio, lo que destinan para este tema es el 1% de las ventas. El último estudio de Fenalco hablaba de que el porcentaje de pérdidas es cercano al 1,6%, lo cual quiere decir que Colombia está dentro de la media de pérdidas mundiales.
¿Cuáles son los sectores más apetecidos por los delincuentes?
En el comercio hay dos fuentes claves y que mundialmente son las más atacadas. Uno son los supermercados, porque hay gente que va y roba necesidades básicas, principalmente, porque hay más demanda de productos en el mercado negro, y dos, las tiendas por departamento, porque tienen dos tipos de productos muy apetecidos: tecnología y deporte; en este último lo que más buscan son zapatillas y camisetas.
¿Cuáles son los mayores desafíos que tiene la seguridad?
Yo creo que el más importante es que se convierta en una problemática a nivel país, políticamente hablando, que haya una ley para las causas menores. Actualmente los gobiernos ven que el comercio es un problema más privado que público. En cuanto a seguridad, Colombia ha estado enfocado en otra cosa. Considero que poco a poco va a ir tomando ese rumbo.
Fuente: seguridadenamerica.com.mx