Descubra si convive con hackers maliciosos

Quizá usted haya oído sobre la Internet de las cosas (IoT, por su abreviación en inglés), un concepto que hace referencia a todos aquellos objetos conectados a la Red, desde un smart TV hasta un auto inteligente. Algunos aseveran que nos encontramos ‘ad portas’ de una nueva era tecnológica; otros que nos acercamos a la cuarta revolución industrial.
Aun así no es desacertado señalar que la Internet de las cosas está comenzando a crecer de manera significativa: ciudadanos de a pie, gobiernos y empresas reconocen el beneficio de disponer de una serie de dispositivos conectados.
Muestra de ello son los medidores inteligentes que recientemente se implementaron en California para ayudar a los ciudadanos a respetar las restricciones de consumo de agua en temporada de sequía. O los altavoces de Amazon capaces de ejecutar distintas órdenes, desde encender el aire acondicionado hasta añadir productos a la lista de compras.
Según un informe de Business Intelligence, al 2019 el mercado de la IoT duplicará al de smartphones, tabletas y wearables. Ello se traducirá en cerca de $ 1.7 millones de millones en valor añadido a la economía mundial. Así, la IoT contribuirá sobre todo a incrementar la eficiencia y a reducir costes en el hogar, en la oficina y en la ciudad.

El lado oscuro
No obstante, una de las mayores barreras que impiden la adopción generalizada de la IoT es la preocupación en materia de seguridad.
Ejecutivos de negocios, funcionarios de gobierno y consumidores temen que mediante la instalación de dispositivos IoT se estén exponiendo a hackers maliciosos. En efecto, se estima que el mercado de seguridad móvil crecerá de US$ 1,500 millones en el 2014 a más de US$ 5,000 millones en el 2019.
Según sustenta Sebastián Bortnik, gerente de Investigación y Tecnología para Latinoamérica de ESET, si bien aún no se observan ataques masivos a dispositivos IoT, en cinco años pudiera haber un crecimiento exponencial.
Con la IoT la concepción de los ataques también cambia. Mientras una sola amenaza puede afectar potencialmente a cualquier teléfono móvil disponible en el mercado; en el caso de las tecnologías IoT los ataques tienen aplicaciones puntuales. O sea, están diseñados para una sola tipología de dispositivo, enfatiza Bortnik.
Así, se han observado vulnerabilidades específicas para smart TV en los que los atacantes se apropian de manera remota de la webcam y son capaces de observar los movimientos de los habitantes de una casa, hasta aquellas dirigidas a coches inteligentes en los que sujetos controlan, además del sistema multimedia, el motor y tienen la capacidad de ocasionar un accidente.
Fuente: elmundo.com.ve