Museo Louvre… protección tras los atentados en París

El centro de exhibiciones más visitado del mundo se caracteriza por un sólido sistema de seguridad. Sin embargo, tras los ataques ha sido claramente reforzado.

Un tiempo mayor de espera en las filas de entrada y la suspensión temporal de las visitas escolares, una de las más importantes para la administración, son algunos de los cambios que vive el museo Louvre en París, tras los lamentables atentados del viernes 13 de noviembre.
El reconocido centro francés, que se ubica como el museo más visitado del mundo, inauguró recientemente un nuevo espacio: La Pequeña Galería, inicialmente pensada para los jóvenes estudiantes europeos en período de vacaciones, pero que lentamente se transforma también en un alto punto de atracción para los turistas.

El Louvre se caracteriza por un sólido sistema de seguridad, que -luego de lo sucedido con los ataques- se ha visto reforzado, especialmente en las entradas y pórticos, con personal entrenado, rayos x y registros individuales selectivos.
Ahora, bajo la nominación «Vigipirate attentat» se lleva adelante una fase más intensa de protección que implica mayor presencia policial (incluso gendarmería y militares en ocasiones).
En ese sentido, tal como se está haciendo en otros espacios (como en el propio teatro El Bataclán, epicentro de los atentados), para entrar al museo las personas deben facilitar la apertura de bolsos (no muy grandes, porque los de mayor porte tienen prohibición de ingreso); no deben haber filas antes de que las puertas de ingreso se abran; y en caso de que el personal de seguridad lo decida, las personas deben ser palpadas.


Varias decenas de vigilantes de seguridad y guías caninos suplementan la tarea. Los visitantes deben acostumbrarse a este nuevo blindaje.
Pero, como se apuntaba, el museo busca que la novedad no sea el plan de seguridad, si no su nuevo espacio, denominado por los creadores como «una escuela de mirada», ya que se plantea como un lugar en el que se explora un tema a partir de obras maestras, desde la prehistoria hasta el arte más contemporáneo, gracias a montajes lúdicos, dinámicos e interactivos.

Fuente: lifestyle.americaeconomia.com