Protéjase contra el robo de identidad y el fraude con tarjetas

Nadie está libre de una estafa o robo de identidad, ni el más listo. Hay tantos tipos de fraudes como permite la imaginación y la oportunidad. Desde el Día de Acción de Gracias hasta la Navidad, estamos en plena temporada de engaños y timos. El estado de la Florida ocupa el primer lugar en el ranking, seguido de Washington y Oregón, respectivamente.

Abrir un documento de un correo electrónico, acceder a una tienda online utilizando un enlace, aceptar regalos que aparecen de la nada sin haber participado previamente en ningún tipo de sorteo, entre otros, pueden ser la llave de los ladrones para acceder a su cuenta bancaria.

Elianne González, portavoz del Instituto de Información de Seguros en el sur de la Florida (Insurance Information Institute, I.I.I.), organización sin fines de lucro, con sede en Nueva York, dedicada a la difusión de información, explica que “hay diferentes modalidades de fraude financiero, pero el robo de identidad es uno de los más perniciosos porque los criminales se hacen pasar por la persona para cometer sus fechorías”.

Los fraudes cometidos por el robo de identidad involucran abrir cuentas de crédito a nombre de la persona afectada. Otros timos simplemente usan las cuentas ya existentes de la víctima y hacen retiros de efectivo o compras con estas, al copiar electrónicamente las tarjetas, ya sean de débito o de crédito.

“Uno cree que no va a caer en esa trampa, pero te envuelven de tal manera que caes como un idiota”, relata Marta Extrems, una artista plástica argentina establecida en Miami, a la que supuestamente el IRS le dejó un mensaje en el contestador. “Tiene una causa con el IRS, contáctenos ya. A uno le duele el estómago cuando lo llama el IRS. Mauricio (su esposo) llamó al contador, todo estaba correcto, aún así nos pedían $2,000”.

Según los últimos datos de la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission), el estado de la Florida es el primero en denuncias de robos de identidad con unas 186.3 por cada 100,000 residentes y con 37,059 quejas en el 2014. Miami y el sur de la Florida cuentan con 340 denuncias por cada 100,000 residentes en el mismo año.

Los estafadores están acostumbrados a presionar a sus víctimas con el objetivo de conseguir el número de la cuenta bancaria, tarjeta de crédito y número de la seguridad social, principalmente.

“Nos hablaban en inglés con rapidez y nos repetían la deuda constantemente. Te pones cada vez peor. Incluso nos hablaron de facturas con hospitales de años anteriores. ¿Quién no ha ido alguna vez a un hospital? Te dan opciones de pago y con tensión te amenazan: O pagan o van a juicio. Nunca me negué a pagar al IRS, le pedímos formas de pago, iba a pagar, pero siguió la presión porque yo no quería dar mi número de tarjeta de crédito”, narra Extrems, quien finalmente se libró de la estafa porque, de repente, escuchó que los estafadores se estaban riendo al otro lado del teléfono. Llamó rápidamente a la policía para facilitar toda la información sobre los estafadores.

CÓMO EVITAR EL ROBO DE IDENTIDAD

Cuando el estafador se hace pasar por su víctima, “usa su nombre para abrir cuentas, mayormente de crédito o bancarias a nombre de la persona y obtiene préstamos que nunca pagará, dejando a la víctima con el trabajo de demostrar que no incurrió en esos préstamos y recuperar nuevamente su identidad financiera”, explica González.

La regla de oro para evitar un robo de identidad es nunca dar información personal o financiera por teléfono a personas que no ha llamado. “Si le avisan que alguna de sus cuentas está comprometida, llame directamente a la institución usando números de teléfono o mecanismos seguros. No responda a correos electrónicos, así sean avisos de que una cuenta suya puede estar siendo víctima de abusos en ese instante”, insiste González.

El Insurance Information Institute también aconseja proteger el número de seguridad social. “Evitar usar el número de seguro social para actividades cotidianas (como en contraseñas), llevarlo en la cartera, o dejarlo en la casa donde pueda estar al alcance de personas inescrupulosas”, recomienda González.

Las principales formas como los estafadores se hacen de la información de sus víctimas son: un 44 por ciento por robo de la cartera; un 16 por ciento por el robo del auto; un 15 por ciento en línea y un 12 por ciento por robos en la casa o vivienda, según el último estudio de Travelers Insurance, basado en los reclamos que recibió en 2011 por robo de identidad.

16,000 millones de dólares en el 2014 fue la cantidad robada por estafadores

Según el estudio de Robo de Identidad de 2015 más reciente, presentado por Javelin Strategy & Research, el 2014 fue un año mixto en la lucha contra el fraude de identidad, con algunos avances y algunos retrocesos. Este estudio reveló que hubo un descenso de este crimen del 3 por ciento.

El estudio encontró que los estafadores robaron $16,000 millones en el 2014. Esto afectó a 12.7 millones de consumidores de EEUU en ese año. En el 2013, robaron $18,000 millones y fueron afectadas 13.1 millones de personas.

Dos tercios de las víctimas de fraude de identidad en 2014 habían recibido previamente una notificación de violación de datos en el mismo año, con muchas indicando su desconfianza acerca de las compras en los comercios, incluyendo minoristas.

En 2014 hubo una nueva víctima de robo de identidad cada dos segundos.

“Sin embargo, este crimen sigue siendo rentable para los estafadores porque las personas afectadas no se percatan de que están siendo víctimas hasta que el daño es mayor”, explica González. “Los estafadores logran obtener nombre, datos privados y, sobre todo, el número del seguro social, y abren cuentas de crédito que usan y nunca pagan, hasta que la víctima se percata al ser contactada por los cobradores de esas cuentas que se han vuelto morosas. Cuanto más tiempo estén las víctimas sin saber lo que les ha ocurrido, más daño pueden hacer los estafadores”.

A Vanesa Conde, actriz y coach española establecida en Miami, le clonaron su tarjeta de débito del banco español ING hace dos semanas. “La han utilizado tres veces: en un restaurante, una tienda de T-Mobile y en supermercados The Fresh Market. Han estado comprando con mi tarjeta de debido en diferentes estados y me di cuenta de casualidad al entrar en banca online. Ahora mi banco me pide que haga la denuncia y la policía me la da en el transcurso de dos semanas. Me han enviado otra tarjeta, pero no creo que la use”.

LOS MÁS VULNERABLES

Las personas más vulnerables a este tipo de estafa son los estudiantes. Según el estudio de Javelin Strategy & Research, estos parecen ser los menos preocupados por la posibilidad de que alguien usurpe su identidad.

Un 65 por ciento de los estudiantes respondió que no estaban preocupados por ser víctimas de estos robos. Un 22 por ciento de los estudiantes que resultaron víctimas del robo de identidad se enteraron cuando los cobradores (collection agencies) comenzaron a llamarles porque sus cuentas –fraudulentamente abiertas por estafadores– estaban atrasadas o no pagadas.

“Los estudiantes son los más vulnerables probablemente porque no están acostumbrados a revisar sus actividades financieras, sean de crédito o bancarias, con regularidad. Y es muy importante hacerlo, así sean gastos pequeños; pueden estar tratando de ver si algo pequeño pasa inadvertido para hacer cargos mayores a sus cuentas ya existentes o para usar datos que han extraído de las cuentas para abrir otras”, aconseja González.

También recomienda utilizar siempre la tarjeta de crédito, nunca la de débito, porque “si te clonan una de débito es la llave de entrada a tu dinero. Pero si es de crédito, el emisor paga por ti y hay un periodo de tiempo hasta que se hace efectivo en tu cuenta. La tarjeta de débito es para cuando usted no pierda de vista la tarjeta en ningún momento”.

“En línea hay que usar siempre la misma tarjeta de crédito. Si no posee una tarjeta de crédito regular y quiere hacer compras en línea, busque otras opciones de pagos, por ejemplo, a través de Paypal, tarjetas de crédito prepagadas, etc. Con estas opciones usted está poniendo capas de intermediarios entre sus compras y su dinero”, señala González.

Cuando haga pagos o retiros de cajeros automáticos, “proteja su número de clave. Algunas tarjetas tienen radiofrecuencias que permiten pagar con solo aproximar la cartera al lector, pero esas comodidades también facilitan que los estafadores obtengan la información con lectores similares en su posesión, y sin siquiera tener que robarle la cartera”, insiste González.

Existen seguros de varios tipos; está una cobertura que se conoce como seguro contra el robo de identidad, que puede ser una póliza separada con sus condiciones específicas y cobertura extensa o puede ser un anexo a una póliza que ya usted tenga, por ejemplo, la póliza de seguros del auto o la casa, por la que puede pagar un monto nominal pequeño o este estar incluido ya en su prima.