Generalmente cuando se habla de crimen organizado transnacional, los temas que vienen a la mente de los ciudadanos son el tráfico y trata de personas, tráfico de armas y drogas, falsificación de productos, entre otros. Pero existe un grupo de actividades que impactan de forma negativa al medio ambiente, generando costos directos e indirectos los cuales muchas veces traspasan las fronteras de los países de origen.
Recientemente la fundación InSigth Crime, publicó un interesante ranking elaborado por David Gane y donde se mencionan las actividades criminales que más afectan el medio ambiente en América Latina. Por otra parte, el abogado Fernando Fernández es el autor de la monografía titulada «Materiales de sangre», la cual fuera publicada por el Observatorio de Delito Organizado (Venezuela, 2015). Esta última bibliografía presenta una detallada y novedosa óptica de la comercialización ilícita de materiales estratégicos en Venezuela.
El tráfico ilegal de especies de fauna y flora se estiman que generen a nivel mundial dividendos de alrededor de los 100 mil millones de dólares anuales.
De acuerdo a Gane, la tala ilegal es el principal responsable de que el 20% de la Amazonia haya sido desforestada. Esta actividad genera millonarias ganancias, lo que se convierte como excusa para que los criminales opten por eliminar cualquier obstáculo que pudiera amenazarles. Por ejemplo, en Brasil entre 2002 y 2013 habrían sido asesinados 448 campesinos y activistas ambientales. En diciembre 2014, la aduana de Hong Kong decomisó 92 toneladas no declaradas de «palo de rosa de Honduras», madera preciosa originaria de Guatemala. Se calcula en siete mil millones de dólares por año, el valor del tráfico ilegal de madera en México.
En cuanto al tráfico de vida silvestre, México, por ejemplo, ha perdido el 40% de su fauna debido al comercio ilícito. El pez totoaba de dicho país es considerado un manjar en China, alcanzando su vejiga el precio de $20.000. Siendo un negocio tan rentable, no es de extrañar que se calculen en más de 300 las bandas que operan en Brasil para el robo de especies que introducen en el mercado negro. Las autoridades de Colombia reportaron el decomiso del 2009 al 2012, de más de 210.000 animales vivos víctimas del tráfico ilegal.
La minería informal es una actividad que en muchos casos incluye la extracción, tráfico y contrabando de materiales que pueden clasificarse como estratégicos. En el caso de Venezuela, aunque no existen datos oficiales se toma como referencia la monografía del Dr. Fernando Fernández donde indica que se extraen y contrabandean entre 11 y 270 toneladas de oro al año. El proceso de extracción implica el uso de materiales altamente contaminantes como el mercurio, el cual tiene como destino final los ríos del país. Por otra parte, se genera una erosión artificial acelerada que empobrece los suelos y elimina las capas vegetales, que en las selvas son extremadamente difíciles de recuperar. Una idea de la magnitud y el impacto que tiene sobre nuestro país la minería ilegal, son las 18 cuencas de ríos en los estados Bolívar y Amazonas, donde se han descubierto sitios de explotación ilegal de diversos minerales, entre ellos oro y coltán.
El tráfico ilegal de especies animales y vegetales, así como de la minería, trae consigo otros delitos conexos como lo son el lavado de dinero, los sobornos, robos de identidad, documentos fraudulentos, prostitución, evasión fiscal y asesinatos pagados, entre otros.
Como en otras modalidades de crimen organizado, su combate requiere de sólidas instituciones del Estado, las cuales hagan presencia activa, se ganen la confianza de las comunidades y dispongan de las partidas presupuestarias necesarias para operaciones continuadas. Por otra parte, debe involucrarse a la empresa privada como asociado en las tareas de producción, prevención y control. Deben revisarse los recursos legales actuales y alinearlos con los de otros países también afectados, de manera de lograr conformar un fortalecido bloque común de aliados contra estas modalidades tan nocivas para nuestro país, la región y el mundo.
@alfredoyuncoza