El miedo al terrorismo regresa a Estados Unidos. Los atentados en París y San Bernardino han disparado en la opinión pública la preocupación por el yihadismo como no había sucedido desde los ataques del 11-S en 2001. El temor colectivo altera el debate político y afecta la vida cotidiana. Los Ángeles cerró el martes todas las escuelas de la ciudad tras recibir una amenaza de bomba. Y varios parques temáticos, como Disney y Universal Studios, han reforzado su seguridad.
El presidente estadounidense, Barack Obama, mandó este jueves un mensaje de calma. “No hay ninguna información específica ni creíble sobre un ataque”, dijo en una declaración, junto a su equipo de seguridad nacional, en el Centro Nacional de Contraterrorismo. Obama pidió permanecer “vigilantes” ante la dificultad de detectar a atacantes solitarios o pequeños grupos, como la pareja de simpatizantes yihadistas que mató a 14 personas en San Bernardino a principios de mes.
El presidente pidió no estigmatizar a la comunidad musulmana ni caer en el miedo colectivo en estas fechas prenavideñas. Y destacó los esfuerzos de Washington en la lucha contra el Estado Islámico. Sus palabras fueron muy similares a las que pronunció el lunes en el Pentágono y hace 11 días en un discurso a la nación desde la Casa Blanca. También recordaron al mensaje de tranquilidad que mandó tras los atentados de París y en la víspera del Día de Acción de Gracias.
Pero ese mensaje quedó cuestionado, una semana después, con el tiroteo de San Bernardino. El impacto de ese ataque junto al de París es enorme.
La comparación con 2001
El terrorismo es ahora la primera preocupación de los estadounidenses, según una encuesta difundida esta semana porGallup. Lo es para el 16% de los consultados. En noviembre (antes de los atentados de París), lo era solo para el 3%. El porcentaje de diciembre es el más elevado en una década, pero aún queda lejos del 46% registrado tras los atentados de 2001.
Pero si se pregunta directamente sobre el miedo a un ataque el porcentaje es mucho mayor y se acerca al de hace 14 años. Un 79% de la población cree probable que haya un atentado en EE UU en los próximos meses, según un sondeo de la semana pasada del diario The New York Times y la cadena CBS. Es el porcentaje más alto desde octubre de 2001.
El temor terrorista monopoliza ahora la retórica política, como se evidenció el martes en el debate de los candidatos del Partido Republicano a la Casa Blanca. La encuesta del Times señalaba que el magnate Donald Trump -que encabeza la pugna republicana con su discurso de mano dura- es el aspirante a presidente que más confianza genera en la lucha contra el terrorismo.
Un 40% de los estadounidenses considera que la seguridad nacional y el terrorismo deben ser la máxima prioridad del Gobierno federal, según otro sondeo de esta semana del diario The Wall Street Journaly la cadena NBC. (En abril, lo era para un 21%). Pero la percepción varía entre partidos: es la prioridad para el 58% de votantes republicanos y el 26% de demócratas.
“Durante la mayor parte de 2015, el estado de ánimo del país, y por tanto de la elección presidencial, estuvo definido por el enfado y la desigualdad por la recuperación económica”, dice Fred Yang, uno de los autores de esa encuesta. “Ahora eso ha cambiado abruptamente al miedo”.
Fuente: internacional.elpais.com