El profesional de seguridad resiliente

resiliencia-alfredo yuncoza-seguredLa sucesión de una serie de eventos que han afectado a nivel global la seguridad de instituciones y Estados, han obligado a los profesionales de la seguridad a desarrollar habilidades alrededor del tema de la resiliencia.

Fallas en el funcionamiento de estructuras críticas clave, atentados terroristas no convencionales, desastres naturales, conflictos bélicos, crisis migratorias, epidemias y pandemias, son sólo algunos ejemplos de sucesos que pueden afectar de forma determinante a las organizaciones.

Para entender lo que la resiliencia significa, voy en primera instancia a presentar dos definiciones: La primera es la de DRI Internacional (DRII), originalmente Disaster Recovery Institute, en su documento International  Glossary For Ressiliency: “Capacidad de una organización para mantener sus funciones y su estructura críticas ante cualquier cambio interno o externo y regresar a un nivel aceptable de rendimiento en un periodo mínimo después de una interrupción”.

La norma ASIS SPC-1-2009 Organizational Resilience Security, Preparedness, and Continuity Management Systems, la define como «la capacidad de una organización para resistirse a verse afectada por un suceso o la capacidad de volver a un nivel aceptable de desempeño, en un período de tiempo aceptable después de verse afectada por un suceso».

Los responsables de la seguridad que entienden y manejan eficientemente la resiliencia, están favorablemente posicionados como para ser reconocidos en sus organizaciones como socios del negocio. De hecho, la resiliencia es actualmente una de las habilidades blandas también llamadas requerimientos indirectos, más valoradas al momento de seleccionar un profesional con capacidad gerencial para manejar la seguridad. Esto no quiere decir que las habilidades duras o requerimientos directos del cargo pasen a un segundo plano, pero cada vez son más los profesionales que se contratan por sus habilidades duras y los que se despiden por sus habilidades blandas. De allí la necesidad de conocer aquellos aspectos claves que se aprecian en los perfiles competitivos.

1. El liderazgo del responsable de la seguridad debe ser incuestionable. Debe lograr no sólo seguidores en tiempos de crisis. La capacidad de desarrollar otros líderes en quienes delegar es indispensable.

2. Credibilidad y capacidad de comunicación a todos los niveles.

3. En tiempos de crisis, saber responder rápidamente y de manera oportuna bajo presión.

4. Capacidad para identificar y destacar lo positivo en personas, situaciones o cosas.

5. Tener la energía para hacer frente a situaciones de crisis, identificando y controlando las emociones negativas y evitando que le sobrepasen.

6. Reconocer y valorar el networking como una herramienta para construir relaciones con personas de quienes aprender y a quienes apoyar.

7. Creatividad para resolver problemas aún con recursos escasos.

8. Visión de futuro.  Aprender del pasado es provechoso, girar alrededor de él es un hábito tóxico e improductivo.

9. Persistente. Las dificultades aún de magnitud considerable, no son obstáculo para recuperarse rápidamente y seguir adelante.

10. Orientación al servicio, lo que se traduce en estar atento a las necesidades de sus clientes internos y externos.

11. Confianza en sí mismo. Si el candidato no se considera capaz en alcanzar los objetivos que se proponga, no va a alcanzarlos. Menos aún será inspiración para terceros.

El profesional encargado de la seguridad de una organización, debe tener presente que el entorno promete ser cada vez más complejo, las amenazas menos convencionales y las crisis más frecuentes y diversas. La capacidad de preparación, respuesta y recuperación de las organizaciones ante desastres,  depende de un recurso humano resiliente. O responsablemente se consolida un perfil acorde a las nuevas realidades, o se asume el fallecimiento profesional por anticipado.

@alfredoyuncoza