Un profesional del área de la seguridad, debe estar consciente que la única forma de ser competitivo en la industria, es mantenerse en un proceso constante de formación y actualización de sus conocimientos
América Latina es una región con características particulares, entre las que se encuentra la seguridad. Desde hace ya varios años, nuestros países en conjunto están considerados como los más violentos del mundo, y aquí conviven diversas situaciones que en mayor o menor intensidad, son desafiantes: redes ilícitas, corrupción, instituciones débiles, inequidad, desastres naturales, seguridad ciudadana y la influencia de actores externos.
Cuando se trata de abordar estrategias para afrontar estos factores, un elemento fundamental es la cantidad y calidad de recurso humano, muy especialmente en el área de la seguridad.
Años atrás, el ambiente al cual debía enfrentarse el profesional de la seguridad era mucho menos exigente. Las dinámicas delictuales, los problemas políticos, sociales, económicos y los indicadores en general, podían manejarse con un mínimo de preparación.
La actual realidad latinoamericana es muchísimo menos benigna, y las consecuencias de la globalización nos han incorporado para lo bueno y para lo malo, a las constantes interacciones de la comunidad internacional.
Por otra parte, el sector privado de la seguridad privada juega un papel cada vez más activo en la protección de ciudadanos y demás activos. Incluso los Estados, establecen alianzas con grandes, medianas y pequeñas organizaciones que son reconocidas por su alto grado de especialización.
Un profesional del área de la seguridad, debe estar consciente que la única forma de ser competitivo en la industria, es mantenerse en un proceso constante de formación y actualización de sus conocimientos. Por otra parte, la seguridad dejó de ser terreno exclusivo de los funcionarios policiales y militares, los cuales siguen cumpliendo importantísimas funciones, para convertirse en una actividad multidisciplinaria. De hecho, en organismos públicos y privados la seguridad se ha visto enriquecida con la incorporación de economistas, ingenieros, físicos, administradores, químicos, matemáticos, profesionales de la salud entre otros. Es la manera con la que se puede combatir al delito, el cual ha ido evolucionando y haciendo presente con sus amenazas, hacia todas las actividades económicas conocidas por el hombre.
Considerando lo anteriormente expuesto cabe entonces preguntarse ¿Cuál es el camino que debe recorrer el profesional de seguridad latinoamericano y más específicamente el venezolano? Desde el año 2014 he tenido la fortuna de participar en el diseño de un modelo de competencias profesionales en la industria de la seguridad. Esta iniciativa está siendo desarrollada en conjunto por la Universidad de Phoenix, ASIS Foundation, el CSO Roundtable de ASIS International y el Departament of Labor de los Estados Unidos de América. En primer lugar se debe seleccionar a cuál de las disciplinas de la seguridad va a dirigir sus esfuerzos: seguridad física, seguridad del personal, seguridad de la información, seguridad de infraestructuras críticas, entre otras.
El modelo especifica seis estratos de competencias: de eficacia personal (iniciativa, flexibilidad, adaptación, integridad), académicas (comunicaciones, fundamentos de negocios, lectura y escritura, pensamiento crítico y analítico), laborales (trabajo en equipo, innovación y pensamiento estratégico, visión para los negocios, planificación y organización), técnicas de la industria (seguridad del personal, manejo de crisis, seguridad de la información, investigaciones, cumplimiento de aspectos legales, gerencia de riesgo, seguridad física), área funcional de la industria (análisis e inteligencia, protección de activos, prevención de pérdidas, gerencia de la seguridad y sus servicios) y otras competencias específicas de la gestión del cargo.
Son numerosas las áreas de especialización en el campo de la seguridad, pero todas giran alrededor de una necesidad común: las certificaciones profesionales. Las tres más reconocidas a nivel mundial (todas de ASIS International) son: Certified Protection Professional (CPP), Professional Certified Investigator (PCI) y Physycal Security Professional (PSP).
También pueden mencionarse Certified Fraud Examiner, CEF (Association of Certified Fraud Examiners); Certified Security Consultant, CSC (International Association of Professional Security Consultants); Certified Security Project Manager, CSPM (Security industry Association); Certified Information Systems Security Professional, CISSP (International Information Systems Security Certification Consortium), entre otras.
Como referencia, quienes ocupan los más altos cargos de seguridad en las empresas más importantes del mundo: el 53% poseen un título académico de cuarto nivel (Maestría), el 90% es titular de una certificación profesional en seguridad y el 73% son certificados de ASIS International.
¿Qué para cubrir estos requerimientos hay que invertir? Ciertamente, pero la mejor manera de abordar este punto, es recordar una frase que se le atribuye a Albert Einstein “Si la educación te parece cara, prueba con la ignorancia”.
@AlfredoYuncoza