Instalas una aplicación que solicita permisos para el uso del micrófono aunque su funcionalidad no lo requiere para nada y te preguntas, ‘¿para qué?’. Pues cuidado porque, en el caso de las que tienen integrado el framework publicitario SilverPush, lo utilizan sencillamente para controlar en silencio tu comportamiento frente a la televisión.
A finales de 2015, el Center for Democracy and Technology (CDT por sus siglas) advertía sobre la violación de privacidad que podría conllevar la conexión entre dispositivos mediante ultrasonidos y sin notificación en caso de que estuviera ocurriendo. Sin embargo, los creadores de esta tecnología trataban de quitar hierro al asunto porque no registraba las conversaciones, solo balizas sonoras incrustadas en algunos programas emitidos.
Ahora las autoridades estadounidenses están empezando a preocuparse por el asunto y se han puesto en contacto con 12 compañías porque parece que están empleando esta técnica en sus apps disponibles en Google Play. Parece solo el principio de un negocio redondo.
Funciona en segundo plano y sin lanzar la app
Juan Carlos González nos explicaba en Xataka su funcionamiento de una forma muy sencilla: «Su tecnología emite ultrasonidos que son inaudibles para el oído humano pero que en dispositivos que lleven aplicaciones con el SDK de SilverPush incorporado podrán ‘escucharlo’ a través del micrófono y guardar una cookie que sirva para seguir la pista.»
Funciona en segundo plano, sin necesidad de que la aplicación que lo lleva integrado esté en uso y sin avisar de que está tomando los datos. Es un agente silencioso que va reaccionando a lo que se emite en la televisión y anotándolo para después transmitirlo.
Además, la empresa india se compromete con sus clientes a no facilitar los nombres de las compañías con las que trabaja. Y, aunque lo hiciera, hay otras alternativas que pueden haber sido colocadas con el mismo sigilo, sin el autobombo que se dio SilverPush cuando se presentó al mundo.
12 desarrolladores involucrados
La comisión estadounidense de comercio FTC (Federal Trade Commission) avisa en esta carta dirigida a los desarrolladores implicados que podrían estar incumpliendo su legislación. En su comunicado no se molestan tanto por la posibilidad de que la app rastree lo que está viendo el usuario en su tele sino por el hecho de que no se le informa en ningún momento de que puede estar ocurriendo. Ni en la configuración, ni en la política de privacidad, ni en ningún otro sitio.
La FTC dic en su nueva nota los desarrolladores son los responsables legales de informar al usuario. Deben especificar, como mínimo, de qué tipo de información está recogiendo, cómo lo está haciendo y con quién la está compartiendo.
Ha sido un aviso directo y discreto. Ha enviado la carta firmada directamente a los 12 desarrolladores con apps ya disponibles en Google Play en las que hay algún tipo de rastro de SilverPush. Pero su nivel de responsabilidad debe ser mínimo o nulo porque no ha revelado cuáles son ni las empresas ni las aplicaciones, por lo que está dejando que se siga propagando. La única pista es dudar cuando te pidan habilitar el micrófono sin venir a cuento.
Sin embargo, da por descartado el hecho de que las aplicaciones hayan conseguido los datos de comportamiento de ninguno de sus usuarios porque la otra parte aun no ha sido implementada en el país. Es decir, hasta el momento no se han difundido allí anuncios en televisión emitiendo los ultrasonidos que conecten con el móvil. Esto no descarta que haya anunciantes interesados, solo que de momento no se han atrevido a hacerlo. Y poco sabemos de cómo está la cosa en el resto del mundo.
Negocio para todos menos para el usuario
Los nuevos soportes multimedia han traído un consumo más individualista de los programas y muchas más facilidades para que los anunciantes sepan si sus anuncios están dando resultado. Pero la televisión sigue llevándose los mayores presupuestos, a pesar de haber avanzado tan poco en la medición del ROI.
Tanto SilverPush como otras compañías gemelas están ofreciendo a los grandes anunciantes la forma de saber cómo se comportan sus usuarios cuando se pasa a los anuncios. Con medición individualizada y sin riesgo a denuncias de espionaje porque no se graba el sonido, solo se monitoriza el comportamiento a través de las balizas. En los departamentos de marketing deben estar frotándose las manos. ¿Qué porcentaje de espectadores cambia de canal durante la publicidad?
TIENEN MIEDO DE QUE LOS USUARIOS NO QUIERAN SOMETERSE A ESE CONTROL, QUE NO QUIERAN QUE SE NEGOCIE CON SU DÍA A DÍA.
Por otra parte, aquí se abre una vía de negocio redonda para los desarrolladores, que podrían generar beneficios con tal de que la gente tuviera su app instalada, incluso sin que hicieran uso de ella. El viejo negocio de vender datos personales multiplicado por el volumen del tracking diario. Solo tienen miedo de que los usuarios no quieran someterse a ese control, que no quieran que se negocie con su día a día. Si nadie vigila su uso, o al menos su implantación, solo la ética personal evitará que se propague por todo Google Play.
O eso, o los propios usuarios dando de lado a las apps que recurren a este tipo de frameworks publicitarios. Por eso ha empezado a propagarse de forma tapada y silenciosa, sin aviso de instalación ni notificación de funcionamiento.
¿Estarías dispuesto a pasar por este aro por una app de descarga gratuita que te aportase algo que quieres?
Fuente: xatakandroid.com