Según el Consejo de Seguridad del Hogar (Home Safety Council), organización sin fines de lucro dedicada a evitar las lesiones en las casas, el cincuenta por ciento de la cifra de niños que pierden la vida antes de su primer cumpleaños mueren por asfixia o ahogamiento. Y en muchas ocasiones esa tragedia se puede evitar.
Los padres de niños muy pequeños pueden y deben tomar las medidas adecuadas para salvar a sus hijos de varios peligros de asfixia o ahogamiento en el hogar. El Consejo de Seguridad del Hogar ofrece los consejos siguientes para los padres que se proponen proteger a sus hijos.
—Poner los objetos pequeños fuera del alcance del niño. En general, todo lo que quepa dentro de un tubo de papel higiénico es lo suficientemente grande como para provocar ahogamiento en el niño. Esto incluye caramelos duros, monedas, cacahuetes e incluso balones de látex.
—La cuna debe ser una zona sólo para niños. Las almohadas, juguetes y edredones dentro de la cuna pueden provocar ahogamiento. Alejar estos objetos de la cuna, y acostar siempre al niño boca arriba.
—Cortar los cordones de las ventanas. Los cordones para ventanas como los que cuelgan de las persianas pueden ser muy peligrosos si caen en manos de niños pequeños. Cortar las partes sobrantes y asegurarse de que estén siempre bien alto donde los niños curiosos no puedan llegar.
—Leer las etiquetas de los juguetes. Los niños tienen tantos juguetes que los padres pueden pasar por alto fácilmente aquellos que pudieran implicar peligros de seguridad. Los padres con niños especialmente pequeños pudieran estar algo agotados con los trabajos de crianza y dejar inconscientemente que algunos juguetes escapen a su inspección. Sin embargo, es imperativo que los padres lean las etiquetas de los juguetes antes de dárselos al niño. Hay que prestar especial atención a las edades recomendadas de cada juguete.
—Supervisar de cerca a los niños cuando están en el agua. Otra amenaza potencial a la seguridad infantil en el hogar es el agua. Los niños pueden ahogarse hasta en una pulgada de agua, y en cuestión de minutos. Como resultado, los padres deben estar muy atentos cuando los niños están en el agua. Las bañeras, inodoros, y, por supuesto, las piscinas implican serios peligros para los niños pequeños.
Fuente: eltiempolatino.com