Los esclavos de hoy no guardan parecido con los que aparecían en los libros de Historia. No reman en galeras ni consagran su vida a levantar una pirámide. Tampoco se deben a un faraón ni le rinden tributo a un señor feudal: son víctimas de la dictadura del tiempo y el dinero. Los esclavos del siglo XXI trabajan hasta la extenuación, les fuerzan a un matrimonio que no desean o caen al pozo de la trata de blancas. Lo que hoy llaman «esclavitud moderna»afecta a 45,8 millones de personas en todo el mundo, que es casi como la población de España.
El informe que la fundación Walk Free publicó el 30 de mayo arroja datos que señalan gravemente a varios países del mundo. Entre la esclavitud moderna se cuentan actividades como la explotación laboral, los matrimonios forzados o la explotación sexual.
A diferencia de la grandes epidemias mundiales, la esclavitud es algo que hemos fabricado nosotrosAndrew Forrest
Según los cálculos de este informe, el 58% de los esclavos del mundo viven en India, China, Pakistán,Bangladesh y Uzbekistán. En datos relativos, los países con mayor porcentaje de esclavos por habitante son Corea del Norte, Uzbekistán, India, Camboya y Qatar, país que acoge grandes premios de motociclismo y Fórmula 1, patrocina equipos de fútbol y organizará el Mundial del año 2022. Según este informe, Qatar tiene 30.300 esclavos sobre una población de 2.235.000 habitantes. «A diferencia de las grandes epidemias mundiales como la malaria o el SIDA, la esclavitud es algo de nuestra propia fabricación», ha dicho Andrew Forrest, director de Walk Free, que ha realizado42.000 entrevistas en 53 idiomas para elaborar este informe.
Este estudio proporciona dos mapas que señalan la costa del Océano Índico como el epicentro de la injusticia. En rojo aparecen otros países comoCorea del Norte (el que mayor porcentaje de esclavos tiene por habitante), que acentúan las diferencias norte-sur.
Trabajar desde los 6 años
Tras cinco años de guerra en Siria, la crisis de refugiados ha derivado en otras igualmente desagradables: los niños de la guerra, los que llevan cinco años sin pisar un aula, se ven obligados a trabajar desde muy pequeños. Hay niños sirios que aprenden a cultivar trigo antes que a multiplicar. Chavales que son cabeza de familia mucho antes de amueblar la suya: «Se estima que hay 168 millones de niños trabajando en todo el mundo. Y, más de la mitad, unos 85 millones, estarían realizando trabajos peligrosos», explica al teléfono Eulàlia Tort, del Departamento de Políticas de Infancia y Sensibilización de “Save the children”.
«La crisis de refugiados está afectando en esto —incide Tort—. En Siria, quedan dos millones de niños que no van a la escuela. Después de esos cinco años de conflicto cada vez más niños se ven empujados a los mercados de trabajo tanto dentro de Siria como en los campos de refugiados».
Hay niños sirios que aprenden antes a cultivar la tierra que a multiplicar
Hace poco, “Save the children” hizo una encuesta en Siria por la que han descubierto que, en tres de cada cuatro casos, los niños contribuyen con su trabajo a la economía familiar. Esta circunstancia se extiende también por los campos de refugiados: «En Jordania, cerca de la mitad de los niños sirios llevan dinero a casa. Y en campos de Líbano hemos encontrado pequeños de seis años trabajando. Estos niños que trabajan luego tienen problemas de salud laboral que hay que sumarlos a los efectos de no ir a la escuela. Ahí Europa tenemos mucho que decir».
España, enferma de trata
Según los datos de la fundación Walk Free, en Europa viven 1.243.400 víctimas de esclavitud moderna, lo que representa el 2,7% del total mundial. Es una cifra buena comparada con otros continentes pero no esconde un problema grave: la trata de personas. En Europa, donde la legislación laboral es bastante más estricta que en otras áreas del globo, la trata de seres humanos es la esclavitud más practicada. Y un mal del que no se sabe mucho.
La Policía estima que en España que hay unas 14.000 víctimas de trata entre mujeres y niñasEulàlia Tort
«La explotación sexual es la forma de trata más visibilizada, aunque sigue siendo prácticamente invisible», apunta Rocío Mora, directora de APRAMP(Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida). «Los casos de explotación laboral conocidos son más escasos. Y la trata con otros fines, en España, casi apenas se conoce, lo que no quiere decir que no exista». Coincide en esta duda Eulàlia Tort, quien desde “Save the children” también aborda este problema: «En España, según los datos de 2014 y en 2014 solo se detectaron 17 casos de niñas en manos de proxenetas. Después la Policía estima que habría unas 14.000 víctimas entre niñas y adultas solo en nuestro país. Pero otras ONGS hablan de 45.000. Esta disparidad es un dato alarmante porque no arroja luz sobre la verdadera magnitud del problema».