No es un secreto que con cada vez más frecuencia, en diversos puntos de Venezuela se vienen sucediendo hechos de protestas, saqueos a locales comerciales y vehículos de carga.
No es un secreto que con cada vez más frecuencia, en diversos puntos de Venezuela se vienen sucediendo hechos de protestas, saqueos a locales comerciales y vehículos de carga. Por lo general, dichos eventos tienen como protagonistas a los cuerpos de seguridad del Estado, a quienes protestan o activan los saqueos y a las víctimas directas de dichas acciones. Pero por otra parte, en ocasiones se ve comprometida la integridad física de ciudadanos ajenos a eventos en los que se ven envueltos involuntariamente. De allí la importancia de considerar algunas medidas preventivas básicas de seguridad.
Información de calidad: Antes de tomar cualquier decisión, es muy importante disponer de información. Para ello, comuníquese con familiares o amigos que se encuentren cerca del lugar de los disturbios, y puedan informarle sobre los mismos. Aunque los medios de comunicación tradicionales, radio y televisión son una alternativa, las redes sociales han demostrado ser una eficiente herramienta cuando se trata de difundir información a gran número de personas y en tiempos muy breves. Pero no siempre lo que allí se menciona, es información confiable. Para evitar tomar decisiones erradas, seleccione con anticipación aquellas fuentes que han demostrado carecer de sensacionalismo y ser dignas de confianza. Repetir sin verificar la información que se recibe, puede ser un mecanismo que contribuya a multiplicar las acciones violentas y los niveles de riesgo.
Opción B para el refugio: Si las acciones violentas se mantienen en o cerca de su lugar de residencia o trabajo, quizá sea la mejor opción permanecer donde está y esperar que baje el nivel de riesgo. Exponerse innecesariamente por una sensación de alarma e inmediatez puede tener consecuencias lamentables. Si los disturbios se extienden en el tiempo cerca de su lugar de trabajo, comuníquese con sus colaboradores y explique su situación. Si el entorno alrededor de su vivienda se mantiene amenazante, determine un lugar al cual dirigirse y permanecer. Hoteles, residencias de familiares o amigos son algunas alternativas. Bajo ningún concepto haga espera en vías públicas o espacios abiertos.
Primero la vida: Pudiera pasar que los delincuentes aprovechen la aglomeración de personas y el ambiente de confusión, para robar bienes. Si ese es el caso, recuerde que cualquier activo material es recuperable y que nada se aproxima al valor de su vida y la de los suyos. Podría el delincuente usar como fachada una identificación político partidista, para justificar una agresión física y enmascarar el objetivo real que son sus objetos de valor. Discutir acaloradamente las causas o justificaciones de lo que sucede, puede envolverlo en agresiones físicas grupales.
Plan familiar: Con anticipación converse con el grupo familiar, para que todos se involucren en el diseño e implementación, de un plan familiar de actuación ante disturbios. Entre otros aspectos, se deben considerar números telefónicos de todos los que residen en el mismo inmueble, así como los de otros familiares y amigos de confianza; datos de contacto de los centros de trabajo y estudio donde normalmente permanecen, ubicación de por lo menos tres opciones de centros de atención médica a los cuales acudir, rutas y medios de transporte habituales y alternos a utilizar para llegar a los sitios de encuentro acordados, inventario mínimo necesario de alimentos y medicamentos para atender las necesidades durante por lo menos cinco días.
No es posible determinar con certeza el momento y lugares donde va a desencadenarse un disturbio, pero si es posible desarrollar hábitos de prevención que minimicen la posibilidad de ser víctimas.
Fuente: laverdad.com