El desminado humanitario es un tipo de asistencia que se da a las comunidades afectadas por las minas antipersonal (MAP), las municiones sin explotar (MUSE) y los artefactos explosivos improvisados (AEI) para remover los peligros asociados a estos restos explosivos de guerra.
El desminado humanitario se realiza siguiendo unos estándares que contienen especificaciones técnicas y criterios precisos para garantizar que las tierras desminadas sean seguras para su utilización por parte de la comunidad hasta una profundidad determinada.
Los comienzos del desminado humanitario se remontan a 20 años atrás aproximadamente y es un concepto forjado desde las organizaciones civiles y las Naciones Unidas. El impacto de las minas empezó a ser reconocido a finales de los años 80 después de que miles de refugiados fueron afectados por minas en Afganistán, Camboya y Mozambique. Fueron las organizaciones humanitarias y las Naciones Unidas quienes se encargaron de desarrollar el concepto de Desminado Humanitario y en poner todos los aspectos prácticos al servicio de la comunidad.
La contaminación con minas plantea un problema de información. La comunidad se encuentra en su territorio sin conocer la ubicación exacta de las minas y este desconocimiento genera un problema de consecuencias humanitarias.
La falta de conocimiento sobre la ubicación de las minas impide el acceso libre de la población a su territorio y provoca accidentes con consecuencias catastróficas.
El desminado humanitario busca resolver esta situación haciendo todos los esfuerzos razonables para determinar la ubicación de las minas, informar a la comunidad sobre los peligros existentes y eventualmente, cuando existen los recursos suficientes, intervenir el terreno para eliminar los riesgos que suponen estos artefactos explosivos.
El Desminado Humanitario tiene como objetivo reducir el número de víctimas, mitigar el sufrimiento y remover todas las minas de la tierra para que esta sea devuelta a las comunidades para su goce. Desde el comienzo de la acción contra minas las organizaciones civiles han trabajado en distintos contextos de conflicto, pero asegurando al máximo que las condiciones de seguridad les permitan trabajar de una manera eficiente y eficaz, teniendo como principal objetivo el garantizar la seguridad tanto de las comunidades a las que sirven como la de los desminadores.
Con la experiencia recogida, el sector del Desminado Humanitario diseñó e implementó estándares de calidad que aseguran un máximo de eficiencia y seguridad tomando medidas preventivas razonables como en todos los sectores profesionales y facilitando la eventual utilización segura de las tierras desminadas.
El propósito de los Estándares Internacionales y Nacionales es asegurar que todas las organizaciones involucradas en desminado humanitario provean el mismo nivel de calidad aceptable, con un enfoque mucho más holístico e integral llamado “Liberación de Tierras”.