La comunidad afrodescendiente que reside en Baltimore, Estados Unidos, es sometida a abusos policiales entre los que destaca el uso excesivo de la fuerza y las detenciones ilegales, así lo señaló un informe del Departamento de Justicia de ese país.
La institución, que realizó una investigación al respecto tras la muerte del afrodescendiente Freddie Gray en 2015, revela que la conducta de las fuerzas de seguridad de Baltimore violan la Constitución y las leyes federales, un patrón de conducta producto de “las continuas deficiencias en la preparación y supervisión de los agentes del Departamento de Policía de Baltimore, que no han sido instruidos de la manera adecuada para actuar dentro de los límites de la ley”.
El organismo de seguridad local aseguró que ya empezó a modificar sus políticas, sistemas de seguridad y entrenamientos, así como la gestión de datos.
No obstante, los cuerpos de seguridad están realizando detenciones y registros ilegales en ciertos barrios de Baltimore contra la población afrodescendiente al carecer de supervisión.
Según el informe del Departamento de Justicia de EE.UU., los transeúntes de piel oscura son detenidos tres veces más que los caucásicos, y en algunos casos la policía ha incurrido en el uso excesivo de la fuerza cuando va a interactuar con ciudadanos afrodescendientes discapacitados.
El uso de las tácticas agresivas en forma innecesaria no solo aumenta la tensión entre la población de color y los organismos de seguridad, sino que también en muchos casos viola la Primera Enmienda de la Carta Magna cuando se trata de detenciones durante