Prevención en las compras

El actual “sistema de cosas” y entiéndase por esto la escasez, la inflación y el nivel de ingreso promedio de los ciudadanos en Venezuela, ha transformado las compras cotidianas en una gestión engorrosa y plagada de riesgos. Lo que antes era un placer para algunos, hoy en día es una desagradable pero necesaria obligación.
Por lo general los fines de semana y en especial los sábados, una importante cantidad de personas llena los locales comerciales y las calles, en búsqueda de los productos que necesita. Y es que si usted tiene obligaciones laborales de lunes a viernes, es casi común que cuando reciba una llamada telefónica un sábado o domingo responda que está “bachaqueando”.
Debe recordarse que el delincuente analiza el entorno, identifica oportunidades y determina la manera de convertirlas en fuentes de ingreso. Un error común es subestimar al criminal y seguir pensando que nada malo le va a ocurrir porque eso sucede a otros. Por tanto, le invito a hacer las siguientes consideraciones en sus hábitos de seguridad antes de ir de compras:
Verifique sus finanzas: Puede suceder que por no confirmar los estados de cuentas bancarios, se lleve una desagradable sorpresa. Consulte previamente la disponibilidad de sus finanzas y tarjetas de crédito. Lo más recomendable es portar el mínimo posible de medios electrónicos de pago. Por ejemplo una tarjeta de crédito black o “negra” ya lo clasifica como posible víctima de alto target. Porte en su cartera solamente las tarjetas de crédito o débito que realmente va a utilizar. No porte toda la chequera con usted ya que tres o cuatro cheques de seguro cubren las necesidades del día. El efectivo en moneda nacional aunque poco preferido, no deja de ser una opción para quien desea una rápida ganancia. Distribúyalo entre las personas que le acompañen, diversos bolsillos o carteras.
Bajo perfil: Por lo general, cuando se sale de compras no hay seguridad que un solo local comercial ofrezca todo lo que usted necesita. Por tanto, es muy posible que deba efectuar recorridos por entre dos a cuatro comercios cuyas ubicaciones pueden ser inesperadas. Aunque le parezca insólito, usted puede hacer compras sin portar el teléfono celular, más aún si se trata de un equipo inteligente de alta gama. No estamos en tiempos de ostentación que sólo  contribuye a clasificarlo como víctima.
Cero rutinas: Los delincuentes tienden a permanecer en ciertos sectores y analizan quienes son los clientes frecuentes. Cuando usted acude el mismo día, en los mismos horarios y a los mismos locales, incrementa las posibilidades de ser víctima.
Vehículos: Al utilizar su vehículo para las compras usted puede dar señales que le indican al delincuente si es o no de su interés. Cuando se efectúan compras parciales y se dejan en su auto aunque es sumamente cómodo, le dan pistas al delincuente quien fácilmente puede violentar la cajuela o maleta y llevarse un buen botín. Cuídese de estacionar en un área con suficiente iluminación las 24 horas. Los sistemas de seguridad del automóvil deben estar operativos. Su relación precio efectividad por lo general deben estar a su favor.
Compras diurnas. Si bien es cierto que en Venezuela no hay horario para efectuar compras, las diurnas siguen ofreciendo mayor seguridad. Regresar tarde a casa con varias bolsas y más aún en vías públicas, incrementa las posibilidades de ser víctima.
Falsificaciones. La necesidad por un producto en especial ya sea alimentos o medicamentos, puede ser el factor decisivo para efectuar una compra. El problema es que ese factor es conocido por los delincuentes quienes desde hace ya varios años, lo manipulan a su favor. Por ejemplo un 70% de las ofertas de productos para la salud que se realizan por Internet están conformadas por falsificaciones.  Aunque se han dado transacciones con software, cemento y ropa entre otros vía virtual, también los casos persona a persona son frecuentes. Cuando usted  observe una diferencia en la presentación de un artículo de uso frecuente y uno que le es ofrecido, no lo adquiera.
La diferencia entre un habitante y un ciudadano, es que éste último se preocupa y ocupa por sus derechos, pero también por sus deberes. Cuando se es protagonista de su seguridad existe una alta probabilidad que las consecuencias estén a su favor.
Fuente: areadeproteccion.blogspot.com