Aunque los programas de prevención sexual de los últimos años han logrado reducir los embarazos adolescentes en varias regiones del mundo, en este caso el número sigue en aumento.
Jesús Mesa, El Espectador. Nunca antes los jóvenes del mundo habían tenido tanta información sobre planificación familiar y métodos anticonceptivos. Los programas de difusión sobre sexualidad y prevención han sido efectivos en varias regiones del planeta, y han reducido los embarazos adolescentes año tras año en zonas como África o el Sudeste asiático. Sin embargo, a pesar de la información, hay una región en donde las cifras de embarazo adolescente continúan en aumento: Latinoamérica.
Esta fue la gran conclusión del primer día de la I Conferencia De América Latina y del Caribe Latinoamericana para reducir inequidades en Salud Sexual y Reproductiva (LAC2016), inaugurado ayer en Cartagena. Este evento, que se llevará a cabo hasta el 8 de septiembre, busca discutir y analizar los distintos obstáculos estructurales que tienen los países de la región para superar problemas como el embarazo adolescente, la mortalidad materna, y el acceso efectivo a métodos anticonceptivos, entre otros.
Este evento, convoca al menos a 22 gobiernos y a distintas organizaciones de la sociedad civil de la región y nació por la necesidad de discutir sobre un tema que en América Latina es crítico, pues no solo las cifras de embarazo adolescente se han disparado, sino también el número de muertes en los partos y por abortos mal practicados, a pesar de las mejoras en cobertura educativa y de salud en cada uno de los países de la región.
“No es suficiente decir que existen los protocolos, que existen las leyes que facilitan, sino que se requiere de otras alianzas intersectoriales para poder lograr que los jóvenes puedan tener acceso efectivo ¿Qué significa esto?, que si bien están las condiciones a servicios de salud sexual y reproductiva, efectivamente ellos utilicen los insumos de la salud sexual y reproductiva para postergar, planificar y/o evitar embarazo no deseado”, dijo Nora Quesada, directora del Foro.
En una de las presentaciones de la conferencia, Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia Colombia, celebró la realización de este evento, al que consideró “muy importante en una discusión que tiene que darse”. Según cifras entregadas por Royo, la situación de América Latina es compleja y tiene que ver, en gran parte, a la vulnerabilidad en la que se encuentran los jóvenes.
En la región, la mortalidad materna se ubica entre las tres primeras causas de muerte entre 15 y 19 años, los abortos inseguros se acercan a los 670 mil por año y las tasas de embarazo adolescente (16,5%) son superiores a las de África, en donde es del 14,1%. Por estas razones, para Royo es importante que los países comprendan que la promoción de los programas de planificación familiar no debe recaer únicamente en organizaciones civiles, sino que debe ser una iniciativa de los Estados, pues “pueden contribuir al desarrollo de los países”.
Otro de los invitados de la tarde fue el ministro de Salud de Colombia, Alejandro Gaviria, quien en su presentación se refirió a lo que él considera como la “anomalía latinoamericana”. Según Gaviria, la cobertura en servicios de salud y de educación nunca había sido tan alta en la región, pero aún así, con toda la información posible, los embarazos adolescentes continúan en aumento de manera considerable. No obstante, Gaviria destacó que el ministerio tiene indicios que por primera vez en muchos años, en Colombia la cifra de embarazos adolescentes se redujo de un 19% a un 17%. Una cifra pequeña, pero importante porque según el ministro “rompe una tendencia que venía en aumento desde los años noventa”.
Marta Royo de Profamilia, afirmó que la situación actual en Latinoamerica sigue siendo deficiente. “La promoción de estos programas ha menguado y el acceso a métodos anticonceptivos gratuitos en los servicios de salud no es una realidad, sobretodo para las minorías y quienes viven en áreas rurales, en donde impera la desinformación”, dijo.
Jose Narró, secretario de salud de México, afirmó que una de las prioridades a partir de ahora es la de entender la salud sexual como un derecho humano. “Un enfoque de derechos tiene que ser parte de una política pública”. Para Narro, una de las maneras de combatir las inequidades que tiene América Latina, es entendiendo los problemas. “No podemos combatir la pobreza si no controlamos los embarazos adolescentes”. También fue enfático en trabajar con los hombres, pues según Narró estas políticas recaen “únicamente en la mujer”.
“Conocemos los retos, sabemos que son urgentes y complejos, pero las soluciones están a nuestro alcance y depende de nosotros para hacer la evidencia”, concluyó.
La I Conferencia De América Latina y del Caribe Latinoamericana para reducir inequidades en Salud Sexual y Reproductiva (LAC2016) cuenta con la participación de 22 países y distintos actores de sociedad civil de la región e iniciativas y socios como el Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), la Coalición en Insumos en Salud Reproductiva, Family Planning 2020 y Profamilia.
Fuente: clustersalud.americaeconomia.com