Es una realidad que quienes habitamos en Venezuela, cada vez más nos encontramos expuestos a una serie de riesgos psicosociales frutos de la situación de crisis del país, y de la cual algunos pueden escapar a duras penas. Es por ello que se acuden a diversas alternativas de sana distracción familiar o individual. Dado el actual estado de cosas, los delincuentes no dejan escapar la oportunidad, para identificar y hacer víctimas a aquellas personas que olvidan mantener hábitos de prevención en todo momento. De allí la importancia de considerar los siguientes aspectos:
Horarios. En casi todas las ciudades del país, el tercer turno policial (nocturno), es inexistente o cuenta con un número de funcionarios mal equipados, que difícilmente pueden ejercer labores de patrullaje. Por tanto, las posibilidades de contar con el auxilio necesario son mínimas, por lo que los criminales prefieren las horas nocturnas para realizar sus delitos. Si va a un cine o teatro que empieza en la tarde, verifique la duración de la función para evitar salir a una hora que no es de su agrado. Planifique sus actividades en horas diurnas en las que con casi total seguridad dispondrá de una mayor cantidad de opciones, y de un nivel de riesgo menos elevado.
Perfil bajo. Algunas personas aún consideran las alternativas de entretenimiento como oportunidades donde exhibir bienes de alto valor o relajar las medidas de prevención. Por ejemplo, es común observar en centros comerciales actitudes descuidadas que facilitan al delincuente marcar a sus víctimas potenciales. Ya sea en playas, parques o áreas comerciales, la ostentación de joyas o teléfonos celulares de alta gama, lo “hace brillar” ante la vista de los criminales.
Portar lo necesario. Planifique cuál va a ser su recorrido y por tanto los gastos estimados en el mismo. Para cubrirlos, porte solamente aquellas tarjetas de crédito, débito, cheques y efectivo que va realmente a necesitar. Una abultada billetera es para el delincuente, uno de los indicadores que hará que inicie un seguimiento.
Traslados. En ocasiones, el utilizar un servicio de transporte de confianza, eleva su nivel de protección, así como evita lo que puede ser una pérdida de tiempo en los estacionamientos. Si salen en grupo, lo más aconsejable es hacer los traslados en horarios diurnos y por rutas transitadas. Entre menos escalas se realicen menos opciones se le ofrecen al delincuente para abordarlo. Si aún así las paradas son necesarias, no se despida en el lugar de destino, hágalo cuando esté próximo a llegar.
Conocido es mejor. La inmensa mayoría de los locales comerciales son de respetada procedencia y honradas prácticas. Pero no es un secreto que las clonaciones de tarjetas, los secuestros exprés, robos y estafas de diversa índole, pueden ocurrir allí. Por tanto, acuda a los lugares que son de su plena confianza o recomendados por conocidos.
Todos atentos. En los grupos puede suceder que uno o más personas no cumplen las medidas de prevención. Esos son los eslabones débiles que el delincuente tiene la habilidad de reconocer rápidamente y a los cuales va a atacar. Por ejemplo, retornar a casa como conductor y en estado de embriaguez, implica que las posibilidades de un accidente de tránsito se multiplican y la capacidad de reacción se reduce. Cuando se actúa con desenfado y sin respeto a la seguridad, no solo se expone quien infringe las reglas, sino a la totalidad del grupo con el cual comparte.
Recuerde que las posibilidades de recreación en nuestro país pueden ser tan placenteras, como usted decida ser un protagonista activo de su propia prevención. Implemente y mantenga hábitos de seguridad.