Seis personas asesinadas en La Paz (Baja California Sur) durante el fin de semana en distintos tiroteos. Diez asesinatos en menos de 24 horas en varias poblaciones de Guerrero. Seis ejecutados en Tuxtepec (Oaxaca) en la última semana. Un decapitado en Ecatepec (Edomex). Hallada una mujer dentro en una bolsa negra en estado de descomposición en un hotel de la colonia Doctores de Ciudad de México. Este es el resumen acelerado de las distintas secciones de en un periódico cualquiera, de un día cualquiera del último año. Por ejemplo, este lunes.
Por primera vez, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, reconoció lo que para los periódicos es una constante desde hace varios meses y que el goteo de cadáveres, que inundan la prensa cada día, no es un hecho aislado, sino que responde a un “repunte” de la violencia.
“En 2016 tuvimos un repunte (de la violencia) que hoy estamos tratando de revertir con coordinación y profesionalización policial”, dijo durante un foro nacional de seguridad.
La réplica la ofreció María Elena Morera, presidenta de la organización Ciudadanos por una Causa en Común. «La violencia no se focaliza, se extiende», le dijo al presidente, pues en 22 de los 32 Estados del país ha crecido en el último año, y en algunos se ha disparado, entre ellos Colima y Michoacán, en el oeste, Veracruz (este) o Nuevo León (norte). «Septiembre fue el mes con más homicidios de los últimos 24 meses», lo que lleva al país a acercarse a «los peores niveles de homicidios» del mandato de Felipe Calderón (2006-2012), dijo Morera.
Según cifras oficiales, entre enero y septiembre de este año hubo 29.000 homicidios en el país, de los que 16.747 fueron asesinatos, una cifra que ha aumentado mes a mes y que, de seguir en esta senda, convertirá 2016 en el año más violento desde la llegada al poder de Peña Nieto, a finales de 2012.
Para Peña Nieto, aunque hay un repunte, se está trabajando en una limpia policial centrada, en las 50 localidades que concentran el 42 % de la violencia. El mandatario se defendió diciendo que cuando llegó a la presidencia había 23 muertos por cada 100.000 habitantes y en 2015 llegó a 17, un dato que –dijo Peña Nieto- “seguramente” se mantendría este 2016.
Según el mandatario, en 2015 descendió el número de denuncias en un 20%, y reconoció numerosos retos institucionales y judiciales, como la entrada en vigor del nuevo sistema de justicia penal acusatorio.
Fuente: seguridadenamerica.com.mx