El terrorismo es una de las grandes amenazas de la sociedad moderna y, como sabemos, el deporte no escapa de él. Pero en el caso de hoy no voy a hablar de una víctima relacionada con el deporte, sino con un deportista que acabó como terrorista. Es Nizar Trabelsi.
Nizar ben Abdelaziz Trabelsi nació el 2 de julio de 1970 en Sfax, Túnez. Futbolista semiprofesional, en 1988 llega a Europa. Al año siguiente realiza una prueba con el Standard de Lieja belga, pero no la pasa. Viaja a Alemania y allí logra un contrato con elFortuna de Düsseldorf.
Tras una temporada, Trabelsi, que jugaba de mediocampista, ficha por el Wuppertaler SV,pero las cosas empiezan a irle mal y en solo dos años pasa por tres equipos más, el Wülfrath, el Wermelskirchen y el Neuss, todos de divisiones modestas.
En 1995, con sólo 25 años, cuelga las botas. El motivo, su adicción a la cocaína. Tras retirarse del fútbol, Trabelsi empieza a acercarse al islamismo radical. Visita Londres y conoce a imanes radicales. Tras vivir en La Meca, se cree que en 1998 viaja a Afganistán, donde empieza a militar en Al Qaeda. De hecho, conoce personalmente a Osama bin Laden, que lo convierte en uno de sus mártires.
Su primer encargo es un atentado en Bélgica, en concreto en una base militar, donde él y otros acólitos querían detonar un camión cargado de explosivos. Pero no llegó nunca a participar en el atentado. Dos días después del 11-S, en 2001, Trabelsi es detenido en Bélgica. Dos años después, es condenado a 10 años de prisión.
En 2004, Estados Unidos pide su extradición, por tener pruebas de que Trabelsi planeaba atentar contra intereses estadounidenses. En 2013 se produce su extradición y en la actualidad cumple condena de cadena perpetua en una prisión de Washington DC. Curiosamente, su abogado logró que el Gobierno belga le indemnizara con 60.000 euros por considerar la justicia belga que la extradición no se había realizado de acuerdo con la justicia internacional.
Os dejo con un vídeo que recoge el perfil de Trabelsi:
Fuente: blogs.20minutos.es
