La pasada semana, motivado a una jornada laboral bastante exigente, en horas de almuerzo me encontraba en un área de comida rápida en un centro comercial del este de Caracas, cuando fui abordado por un joven pidiendo dinero para comer. Su llegada coincidió con el desarrollo de una breve llamada telefónica que esperaba con especial interés a mi número celular. Sin menospreciar la posible sinceridad de su solicitud, había algo en su comportamiento y especial atención en mi teléfono que me hizo despertar sospechas. Luego al final de la tarde tuve que salir apresuradamente a atender una reunión inesperada, por lo que la opción más rápida era acudir a la línea de taxis del centro comercial. Mi sorpresa fue que el mismo joven se sentó puesto por medio a mi lado, en la fila de espera. ¿Iba a tomar un taxi alguien que hace poco no tenía para comer? No pensaba averiguarlo, me levanté de inmediato y abordé un vehículo disponible en otra línea ubicada en un edificio empresarial vecino.
Hasta hace pocos años los centros comerciales podían incluir entre sus ventajas de promoción, los niveles de seguridad que ofrecían a sus visitantes. Hoy la realidad es otra. Las particulares crisis económicas los han alcanzado y sus consecuencias impactan en la calidad y cantidad de los recursos humanos y materiales que están presentes. Por tanto, los ciudadanos deben tener presente ciertas consideraciones de seguridad para circular en entornos que, por su evolución, pudieran afectarlo negativamente.
Entradas y salidas. Algunos delincuentes se ubican disimuladamente en los accesos peatonales de los centros comerciales, aprovechando el gran número de personas que entran y salen, para identificar posibles víctimas. Simulan estar esperando a alguien o efectuando alguna llamada, mientras observan las características que les permitan determinar a quién atacar. Incluso, se comunican con sus cómplices y así no levantan sospecha al seguir a nadie en especial.
Estacionamientos. Implementar las mismas medidas de prevención que si estuviera estacionando en la calle, eleva la posibilidad de evitar ser un blanco. Seleccione en lo posible un puesto cercano a las vías de ingreso peatonal al área comercial, y verifique que donde deja el auto hay buena iluminación. Evite aparcar al lado de cualquier vehículo con personas esperando dentro del mismo. No deje objetos visibles en la cabina ni haga viajes frecuentes para guardar sus compras. Apunte en algún lugar la ubicación exacta de su auto, para evitar dar vueltas innecesarias. Si nota algún desperfecto mecánico, llanta vacía o que su vehículo ha sido violado, acuda a las autoridades administrativas del centro comercial y solicite compañía en el sitio hasta solucionar el evento.
Taxis y moto taxis. El tiempo de espera en una unidad de la línea de taxis del centro comercial, vale la pena. Evite los vehículos que ofrecen sus servicios fuera de los centros comerciales. Algunos delincuentes utilizan esa alternativa ofreciendo tarifas excesivamente atractivas ante la necesidad de los clientes. En lo personal, creo que la moto taxi es en Venezuela, una pésima opción ya que por la anarquía que caracteriza el servicio, facilita que cualquiera con malas intenciones coloque un aviso en la moto, porte un chaleco reflectivo y ofrezca un casco que sólo le otorga una falsa sensación de seguridad. Ninguna premura está por encima de su integridad.
Transacciones bancarias. Los cajeros automáticos ofrecen sobre todo comodidad para el cliente ya que los niveles de seguridad van a depender del entorno. No haga transacciones en cajeros ubicados en el exterior, visibles desde calles y avenidas. Los delincuentes se ubican en puntos cercanos que faciliten observarlo y decidir si van tras de usted.
Ostentar. Por ser la mayoría amplias infraestructuras cerradas, pueden generar aún una sensación de confianza y seguridad plena, que no es real. Los delincuentes saben que allí pueden “pescar víctimas” entre la gran cantidad de visitantes, “marcarlas” por diversos medios y luego abordarlas. Sus hábitos de prevención en un centro comercial deben ser los mismo que si circulara en la vía pública.
Falsificaciones. Los períodos de escasez son aprovechados por algunos pocos comerciantes inescrupulosos, para vender productos falsificados que tienen alta demanda. Verifique las condiciones del empaque, las fechas de caducidad del producto y solicite factura fiscal que identifique lo que está adquiriendo.
Recuerde que el delincuente tiene sus motivaciones y recursos para sus acciones y esos son factores sobre los que usted tiene mínima influencia. Pero sin la oportunidad que ofrece el ciudadano, las posibilidades de éxito en atacarle se reducen considerablemente. Utilice el sentido común y evite ser víctima implementando hábitos de seguridad.
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