El 2017 comenzó con una grave crisis en el sistema penitenciario brasileño, con varias rebeliones en distintos estados del país. Las graves consecuencias de este escenario y la perplejidad con que fue afectado el país nos hacen preguntar de qué manera se podría mitigar una situación de riesgo en las prisiones.
La crisis en el sistema penitenciario se da por un conjunto de factores preocupantes como el tráfico de drogas y de armas, que motiva la guerra entre bandos y, por lo tanto, merece especial atención. De acuerdo al Departamento Penitenciario del Ministerio de Justicia de Brasil (DEPEN), el tráfico de drogas fue el crimen que llevó más personas a la cárcel en 2014. El 28% de los presos fueron condenados por este delito, 25% por robo, 13% por hurto y 10% por asesinato.
La situación caótica en las cárceles refleja, entre varios aspectos, la batalla entre bandos criminales por las rutas del más lucrativo tráfico internacional. Hay una lucha por el poder en las regiones fronterizas de Brasil para comandar el tráfico de drogas, de armas y de otros productos ilegales, donde Brasil es una ruta, ya sea de origen o de destino. Incluso los presos en las cárceles actúan en este mercado paralelo, y la lucha por el control es el factor detonante que se ha visto actualmente en las cárceles en todo el país.
Contener el tráfico de armas y drogas en las fronteras con países como Colombia, Bolivia y Perú es un inmenso desafío para Brasil, ya que cuenta con 16.8 mil kilómetros de fronteras terrestres y 7,4 mil kilómetros de costa marítima para vigilar. En términos comparativos, la frontera entre Estados Unidos y México tiene 3.1 mil kilómetros, menos de la mitad.
Frente al desequilibrio entre la inmensidad del territorio, el volumen de personas y de carga que entran y salen del país diariamente, y la insuficiencia de recursos de la seguridad fronteriza y de control, la tecnología emerge como un poderoso aliado para ayudar en la lucha contra los desafíos del crimen organizado. Invertir en sistemas de seguridad por videovigilancia automatizada (concepto de Centros de Mando y Control), biometría, análisis avanzado de datos (data analytics), inteligencia artificial y otras tecnologías que permiten la intersección de miles de fuentes de información en tiempo real, potencializa el proceso de análisis en las investigaciones y, especialmente, en medidas preventivas.
En los aeropuertos y en las fronteras terrestres, la verificación ágil de identidad se convierte en un requisito esencial para la seguridad. La implementación de soluciones de identificación por reconocimiento facial, de iris, patrones de venas en las manos y de otras señales biométricas, así como el uso de escáneres para grandes cargas transportadas, aceleran el flujo de personas y monitorean mercancías sospechosas.
Unisys ha participado en proyectos de varios países en que este tipo de inteligencia compuesta esencialmente de soluciones de software, generalmente alojadas en la nube y con bajo costo de implementación, permite la intersección de datos provenientes de agencias de gobierno, policía, redes sociales e incluso de colaboraciones de la propia población. A través de un portal público, los ciudadanos proveen información a las autoridades, organismos policiales y de seguridad pública, con acompañamiento de las solicitudes a través de teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles. Los datos cruzados identifican vínculos que hasta entonces no eran visibles, permitiendo a las autoridades reaccionar por adelantado y actuar de manera preventiva, evitando la ocurrencia de delitos y otras amenazas.
Los avances tecnológicos están dando forma a nuevas relaciones entre los organismos de seguridad y la sociedad, como un conjunto para una gestión más eficiente de las ciudades, un concepto denominado por Unisys como Safe Cities. Nuevos modelos de gestión y control pueden ocurrir de manera colaborativa entre las entidades de seguridad, empresas y ciudadanos, revolucionando la forma en que hoy conocemos la seguridad pública.
Con tanta información disponible, no hay que olvidar la seguridad cibernética. Para proteger el tráfico de datos confidenciales en la red, el uso de tecnologías basadas en micro-segmentación se presenta como una alternativa importante. Permiten la creación de pequeños segmentos dentro del entorno operativo, a los cuales sólo usuarios autorizados tienen acceso. En otras palabras, es posible crear grupos de trabajo integrados por miembros de diferentes entidades que actúan bajo medidas de seguridad federales, estatales y municipales (Policías Civiles, Militares y de Tránsito, Policías Federal, Servicio de Rentas Internas, Ministerio Público, Departamentos de Seguridad y de Gestión Penitenciaria, etc.) para que puedan llevar a cabo investigaciones con la máxima confidencialidad de la información que viaja en la infraestructura tecnológica.
Analizando el contexto de la seguridad pública en Brasil, no hay ninguna fórmula lista e inmediata para la solución de los temas destacados en la más reciente crisis en el sistema penitenciario brasileño. Lo más importante es cambiar el enfoque, pasando de una posición de corrección a una de prevención. Está claro que un plan a largo plazo debe incluir inversiones en varios frentes, pero sin duda la priorización de tecnologías avanzadas es la que puede aportar beneficios a corto plazo, con la mejor gestión del flujo de prisioneros, control de productos ilegales que entran y salen del país a través de las fronteras y la aplicación de inteligencia en las investigaciones policiales.
Fuente: seguridadenamerica.com.mx
Autor: Mauricio Cataneo, director-presidente de Unisys Brasil y vicepresidente de Finanzas para América Latina