Los primeros 50 años de la Sinagoga Bet El

Esta reflexión fue incentivada por el 50 aniversario de la Sinagoga Bet El en San Bernardino, Caracas. Fue una oportunidad única para rendir homenaje a sus fundadores y colaboradores. El evento generó una mezcla de emociones y con este reconocimiento quedan inmortalizados los homenajeados.

50 años de la sinagoga Bet El

El objetivo del evento es mantener vivo los nombres de los fundadores: Elías y Zacarías Cohen, Meir y Aarón Sar Shalom, Aaron Cohen, Reubén Cohen, Moisés Nessim, Simón Mizrahi, Jacobo Agay, Victor Dichi, Isaac Darwich, Yehezquel Mizrahi, Edmundo Hanono, Yehiel Russo, Víctor Kameo, Alberto Silvera, Edward Mattout, Nissim Tarrab, Nissim Darwich y mi abuelo Samuel Yecutieli, entre otros.

Pero también es un homenaje a nuestra Venezuela. Un país tolerante hacia quienes profesan una religión distinta. Refleja la aceptación ante las preferencias de otras personas extranjeras a lo establecido en el entorno local. Esta tolerancia constituye la base de la convivencia entre personas de diferentes culturas, credos, razas y modos de vida.

Bet El en hebreo significa casa o morada de Dios. Él quiere habitar entre nosotros y con esta sinagoga, Dios tiene en la tierra un lugar para manifestarse a aquellos que se acercan a sus instalaciones.

La liturgia elegida por esta congregación es el estilo Yerushalmi con la melodía a la que estaban acostumbrados los fundadores y mi abuelo desde su adolescencia en Jerusalem, Israel.

En esta sinagoga, mi abuelo demostró su liderazgo religioso al participar en el rezo y supervisar al cantor corrigiéndole su pronunciación cada vez que era necesario.

En las puertas del Aron Hakodesh (recámara donde se guarda la Tora) están inscritos los Diez Mandamientos entregados a Moisés. Además, en uno de los vitrales está inscrita la frase: “Mi casa será la casa de las plegarias para todos los pueblos” resaltando la importancia de la convivencia.

La tradición de nuestros ancestros se hereda, es parte de nuestra identidad y son transmitidas en las enseñanzas y experiencias adquiridas en las etapas de nuestras vidas. El Bar Mitzva es una de estas tradiciones. Según el judaísmo, un niño a los 13 años alcanza la madurez religiosa y se convierte en responsable de cumplir los mandamientos de la Torá para discernir entre el bien y el mal.

También celebre en esta sinagoga con mi abuelo en Shabat y las festividades, pero especialmente en Rosh Hashaná (Año Nuevo) y Yom Kipur (Dia del Perdón). Ambas forman en la tradición judía los Yamim Noraim (Días terribles), porque en ese periodo de tiempo, Dios nos juzga y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.

Siempre me ha impresionado todo lo que he heredado espiritualmente. Pero al escribir esta reflexión descubrí que los mensajes centrales de mi nuevo libro se encuentran plasmados en los símbolos de la sinagoga Bet El. Véase, los 10 Mandamientos, convivencia, morada, discernir entre el mal y el bien, fuerza y valentía entre otros conceptos que me han acompañado a lo largo de mi vida.

Este libro se llama: Moraré entre ustedes. Allí analizo nuestra sabiduría milenaria basada en los 10 Mandamientos de Moisés. Con esta investigación editorial entendí la importancia de construir las condiciones necesarias para que Dios viva entre nosotros, así elevar los niveles de convivencia y en consecuencia mejorar los indicadores de seguridad.

El homenaje a la Sinagoga Bet El y sus fundadores es una oportunidad para recordar la memoria de mi abuelo que está documentada en el libro y documental “Una historia, dos países: la saga de la familia Yecutieli Cohen”. Hay un capítulo dedicado a la sinagoga Bet El en la página 113 y en el minuto 2:00 del video.

El documental puedes verlo a continuación o también directo en youtube

Documental “Una historia, dos países: la saga de la familia Yecutieli Cohen”.

El libro puedes descargarlo desde el siguiente enlace:

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Gracias a los fundadores, Junta Directiva, colaboradores, Rabinos y miembros de esta comunidad por organizar este homenaje. Jazak Veematz, en hebreo significa ser fuerte de cuerpo y valiente de espíritu, en este caso haciendo referencia a la doble tarea: servir a esta comunidad y enfrentar los futuros retos de los próximos 50 años de la Sinagoga Bet El.