Cuidado con el espionaje corporativo
Hoy vivimos en un mercado global y altamente competitivo, donde para tomar cualquier decisión importante, se requiere de una «valiosa información», como el conocer planes, estrategias, puntos fuertes o vulnerabilidades de la competencia. Hoy los empresarios, industriales, políticos o periodistas deben tomar conciencia que están expuestos a una serie de riesgos en cuanto a que podrían ser vulnerados en sus comunicaciones.
Hoy están disponibles una gran variedad de elementos, sistemas y productos para realizar espionaje, el espionaje corporativo es la obtención de información sensible realizando para tal fin el uso de medios ilícitos. Bastará con viajar, como por ejemplo a Miami, para conseguir algún equipo para estos fines. El espionaje se lleva a cabo a través de prácticas y técnicas diversas.
La tecnología trabaja muy rápido en esta área. Hoy se pueden realizar escuchas y grabaciones a importantes distancias vía satélite o extramuros. Hay sistemas láser para los mismos fines pero a distancias mas cortas, lo cierto es que los equipos son cada vez más sofisticados y pequeños. En la actualidad desconocemos la capacidad de penetración que tiene el espionaje ilegal.
Lo que sí queda claro que se mueve en diferentes esferas, incluso al más alto nivel político, es el escándalo suscitado por los llamados «petro/audios» que abrió una verdadera caja de Pandora que hasta la fecha obligó a renunciar al consejo de ministros en pleno y de insospechadas consecuencias finales, ya que continúan apareciendo audios.
La pregunta del millón es ¿quiénes están desarrollando estas actividades de espionaje?, que por otro lado son de larga data. En los años 90 esta era una práctica de uso común en los servicios de inteligencia contra los opositores políticos, periodistas y empresarios, a propósito no olvidemos que un importante numero de esos equipos de escuchas comprados en esos años jamás aparecieron.
No olvidemos también que el año pasado el periodismo de investigación puso al descubierto que empresas de seguridad privada utilizaban a agentes de inteligencia del Estado que realizaron labores de espionaje contra organizaciones ambientales en Cajamarca, es obvio que existe un mercado que compra información privilegiada, secreta, estratégica o personal, producto de actividades clandestinas y fraudulentas dedicadas a ello.
En la coyuntura política que vivimos la mayoría de personas aplauden el destape de corrupción mediante estas grabaciones y de acuerdo con la corrupción hasta acabarla, solo que veamos la foto completa también estas intromisiones a nuestras comunicaciones podrían ser usadas para cometer delitos como extorsiones o secuestros o atentar contra el propio Estado. Narcotraficantes o terroristas podrían acceder a estas practicas, es una verdad que desde hace mucho convivimos con las actividades de espionaje que incluyen escuchas telefónicas, intrusión informática en general, filmaciones y fotografías así como seguimiento personal.
Ante ello, los posibles candidatos a sufrir este tipo de ilícitas actividades deberán contar con un plan estratégico de seguridad que los proteja de este tipo de intrusión, es conveniente de manera inopinada pero periódica realizar un barrido electrónico de nuestras comunicaciones así como ambientes importantes. Hay cinco puntos de seguridad preventiva para tomar en cuenta al desarrollar un D.I.S, estos son:
1. Nivel Repetible- Se integra por herramientas o analogías que permitirán una adecuada protección.
2. Nivel Manejable- A través de soluciones sencillas de acuerdo a su riesgo
3. Admirable- Por medio de encriptaciones de datos y comunicaciones
4. Cuantitativo.- Propuesta de valor sin riesgo para comprender la relación del costo/beneficio
5. Mejora- Optimización de la inversión en seguridad.
Finalmente, ¿cuáles son los lineamientos, políticas y directivas que tiene el Gobierno contra el espionaje? El Estado tiene que realizar el mayor esfuerzo para desmantelar los sistemas y redes de espionaje ilegal que hoy operan en el país. Se podría empezar aplicando una fuerte sanción penal a los que resulten responsables de estos actos delictivos, como referencia en los EE.UU., estos delitos se castigan con quince años de prisión.