Mucho cuidado con el acoso digitalizado
La violencia penetra en todos los ámbitos sociales, tradicionales o emergentes. La llamada «aldea global» recoge toda índole de personas que pueden convertir dicha aldea en un paraíso o en un infierno. «La virtualidad como utopía de una comunidad libre»; hay muchas formas de violencia que se presentan en la red, por ejemplo acoso sexual, pornografía infantil, delitos informáticos, extorsiones y chantajes, fraudes, sectas diabólicas, entre muchas otras. Incluso existen web que enseñan cómo auto agredirse. De todas esas formas de violencia que existen en la red, hoy nos ocuparemos del acoso escolar entre pares, mediante el Cyberbullying.
Por Cyberbullying se entiende cualquiera de las posibilidades de uso, de las nuevas tecnologías de la información y comunicación para hostigar con ensañamiento a sus víctimas, los agresores o llamados «bullies», experimentan nuevas formas de agredir o humillar a sus víctimas con las nuevas tecnologías.
Podría ser una amenaza por el teléfono móvil, mensajes vejatorios o la creación de una página web con el único propósito de desprestigiar a su compañero, pueden publicar cosas ofensivas, suplantar identidades, realizar fotomontajes, los métodos empleados por los niños para molestar a otros niños tan solo están limitados por su imaginación y destreza tecnológica.
Tengamos presente también que hoy los niños son más adictos al riesgo que antes, lamentablemente las herramientas disponibles hoy en Internet, ayuda a la propagación de este tipo de comportamiento y situaciones, el anonimato del agresor es la principal.
En mi opinión, la mayoría de nuestras sociedades deberían replantear los principios éticos-morales básicos, ya que los cambios que vienen aconteciendo son tan rápidos que debemos comprender la dinámica, dirección y amplitud de los mismos. Sin duda hoy vivimos en un mundo cada vez más competitivo y menos contemplativo, las calles se han tornado muy duras.
Hoy vivimos un auge en lo relacionado con el conocimiento y la información desde muy temprana edad, para los niños es parte de su aprendizaje y manejan como brazos propios estas nuevas tecnologías. Hoy su comercialización se ha generalizado a todos los sectores sociales, por ejemplo, el Perú es el que más cabinas públicas de internet tiene en Latinoamérica por 30 centavos de dólar se puede acceder a ellas. Esta tecnología es parte de la vida de los adolescentes, gozando de una presencia cada vez mayor en sus contextos personales y privados, por ejemplo en sus hogares.
Por ello es importante que los padres de familia requieran de una mayor información, no tanto en cuanto a la tecnología, me refiero principalmente a la orientación educativa contribuyendo así a favorecer una interacción saludable entre sus hijos y estas nuevas tecnologías.
Sin duda, el mundo que hoy nos tocó vivir demanda aprendizajes integrales que enfaticen el desarrollo Ético-Moral del niño, la propuesta es capacitarlo de tal manera que pueda hacer un uso adecuado de las posibilidades de la red. Es utópico pensar que un padre pueda tener el control total sobre su hijo y el Internet, debemos estar atentos ya que las víctimas de este acoso pueden presentar:
– Problemas de adaptación social y escolar
– Depresión
– Autoestima dañada
– Ataques de ansiedad
– Un bajo rendimiento escolar
– Fobias
– Miedos, tensión y angustias
– Baja capacidad de concentración
– En ocasiones incluso intento de suicidios
Por ello es importante que los padres:
– Hablen con sus hijos sobre la importancia de los valores.
– Conversen con ellos sobre el comportamiento ético con sus compañeros.
– Infórmeles de las consecuencias negativas, tanto para las víctimas como para el agresor.
– Pregúnteles si conocen de algún caso de Ciberbullying
– Contacte con los padres del agresor
– Informar no solo a la escuela también a las autoridades
Finalmente, negar o dar la espalda a una realidad por muy desagradable que esta sea, como cuando nuestros hijos consumen alcohol o drogas o forma parte de alguna pandilla, no será una respuesta inteligente, debemos involucrarnos como padres y ayudar a nuestros hijos, ya sean agresores o agredidos. Lo mejor será buscar especialistas en la materia.