Las extorsiones y secuestros al paso son delitos de moda
En el Perú, en este tipo de delitos, lamentablemente existe mucha cifra negra. No todos los casos son denunciados.
Estos fenómenos delictivos que preocupa a las autoridades no son exclusivos de las clases pudientes. Se tienen referencias de bandas de hampones que operan desde los mismos penales, teniendo al resto de su banda en libertad. Sus integrantes someten a los agraviados para exigir a sus familiares dinero y hasta le suene risible, la clave de tarjetas para cargar celulares. Normalmente se transan en pequeñas cantidades de dinero, Prefieren a los hombres que salen de sus casas acompañados de su esposa e hijos cuando se movilizan a sus respectivos empleos.
Se considera que el perfil de las víctimas corresponde a hombres y mujeres de mediana edad. Por lo general tripulan autos lujosos y nunca oponen resistencia. Igualmente para ¨coronarse¨ en el lenguaje delictivo, también se apoderan del vehículo propiedad de la victima…
Esta modalidad delictiva originaria de Colombia y México lentamente se ha ido consolidando en las grandes ciudades de nuestro país, algo parecido al vicariato.
Generalmente las organizaciones delictivas carecen de la logística necesaria para mantener más de 48 horas secuestrada a una persona, además hay que señalar que la unidad operativa antisecuestro de la policía, DIVISE, tienen muy buen desempeño en estos casos, La premura los obliga a transarse por cantidades relativamente pequeñas. Todo depende de la disponibilidad económica de la víctima y sus familiares.
Usualmente un secuestro tradicional es bien planificado: hay una estrategia de los delincuentes, trabajan en compartimentaje, labor de inteligencia, organización, logística, necesitan de una inversión inicial, felizmente que esta modalidad ha bajado drásticamente en sus cifras, o por lo menos no hay denuncias publicas
El secuestro al paso no es así: 2 ó 3 individuos se ponen de acuerdo para salir a la calle a buscar a su víctima. Simplemente se dicen: «Bueno, nosotros hoy vamos a salir a secuestrar a alguien para conseguir dinero». Luego, estudian donde van a ir. Buscan a sus víctimas en las gasolineras, estacionamientos de centros comerciales o personas saliendo de un local, oficina o residencia. En un gran porcentaje de los secuestros al paso ocurre con luz solar y las víctima preferidas son mujeres, una mujer sola en un carro, dos mujeres solas, un hombre y una mujer y en menos porcentaje dos hombres en un carro.
En los casos de secuestros al paso normalmente, a los delincuentes no les interesa hacer daño, no quieren mayores complicaciones, sólo buscan obtener dinero en efectivo de una manera rápida y segura para ellos.
Un factor importante es que la sociedad va cambiando de reglas constantemente. Ahora la gente lo que lleva encima es dinero plástico; entonces lo delincuentes se preguntan: «¿Cómo le robo ese dinero plástico?» Se robaban las tarjetas de crédito, pero las tarjetas ya empezaron a dejar de ser interesante, entonces pasan a lo otro: tú, la víctima y yo, el delincuente vamos juntos y buscamos lo que yo quiero: dinero; y de paso te llevan el carro.
¿ CÓMO PREVENIR EL SECUESTRO AL PASO ?
Aprosec propone que lo primero que tiene que comprender la gente, es que el Estado no está en condiciones, ni a corto ni mediano plazo, de dar una respuesta a la inseguridad ciudadana que hoy vivimos.
No queda mas remedio que los ciudadanos sean proactivos. Adoptemos una cultura de seguridad de acuerdo a nuestros riesgos. Empezar por protegerse uno mismo. Estar atento cuando salimos a la calle, especialmente cuando abordamos nuestro vehículo, vamos a estacionar o llegar a la casa. Estar pendiente si alguien nos sigue; no dar directa o indirectamente información de bienes, poder adquisitivo, hacerle mucho caso a nuestra intuición e instintos. «…
Nunca hablemos más de la cuenta en sitios públicos y verifiquemos los datos de nuestro entorno, sobre todo nuestros empleados de servicio una vez por año es lo que recomendamos.
¿Qué hacer en caso de caer en manos de los delincuentes?
Sea inteligente y tenga paciencia.
Un punto muy importante, es el trato con ellos. No se puede ser complaciente, pero tampoco absolutamente negativo, hoy son mas violentos no lo olvidemos
Se va a plantear una negociación y en estas cosas, hay una palabra que no se puede utilizar, y que le enseñamos a los negociadores: nunca se debe decir «no».
Ante las peticiones de los delincuentes, hay que tener respuestas claras, por ejemplo, decirles: «Miren, ustedes quieren dinero, perfecto, pero vamos a organizarnos». Hay que tratar de manejar la situación.
Nunca mienta a los delincuentes. Si lo descubren va a empeorar todo.
Hay dos factores que queremos transmitir a una persona que está siendo víctima de un secuestro al paso: nunca cambie un lugar abierto por un lugar cerrado. Si están en un lugar abierto, como puede ser la calle, trate de manejar las cosas para quedarse en ese sitio abierto, que no lo lleven a un lugar cerrado. En un sitio cerrado, casa abandonada, dentro de un vehiculo, la situación se complica
En la calle la víctima tienes más posibilidad de que la gente se de cuenta de que está en problemas. Se nota más el nerviosismo del delincuente que sabe que tiene el tiempo contado. Pero si están en un lugar cerrado, el tiempo está a favor de los delincuentes
Trate de no alterar las condiciones: «Ya me agarraron a mí, ¿qué es lo que quieren? ¿Qué quieres conmigo?
Si los delincuentes le plantean: «vamos para tu casa…»; eso hay que evitarlo a toda costa, reaccionen, dígales: «¿Qué quieres conmigo, aquí? A mi casa no los voy a llevar…»
Ceder y llevar los delincuentes a la casa podría traer como consecuencias otra cantidad de complicaciones
Algunas recomendaciones básicas para poder manejar una situación de secuestro al paso
– Si cayó en manos de delincuentes, y es una víctima, trate de controlar su emoción, responder con violencia no es lo apropiado, si lo tiene como probabilidad será mejor
– No sea usted factor que informa, no diga: «mi papá tiene dinero, mi marido resuelve esto, en la casa tengo dólares…»,
– No diga espontáneamente en donde vive. Recuerde que el punto de inseguridad en donde estamos parados es irreversible, o nos adaptamos o sencillamente el riesgo se podría incrementar
– Minimice su nivel y situación social. No mencione que conoce a personas o sectores influyentes. Usted es un simple civil que está dispuesto a entregar lo que tiene, pero no lo que no tiene
– Negocie con elementos ciertos, no con falsedades o promesas… Si, por ejemplo, tiene dinero en la casa no lo informe…
– Recuerde que el tiempo está a favor suyo. Los delincuentes necesitan negociaciones rápidas y efectivas… Recordar que en la negociación se plantea un juego de poder. Las horas que dura un Secuestro al paso son de tensión, miedo, nervios y angustia.
DESPUÉS DEL SECUESTRO AL PASO
Si las vivencias ante la situación estresante, por ejemplo un asalto, no son metabolizadas de inmediato, seguramente se producirá una cronificación de ellas, traduciéndose esto en síntomas tales como angustia, irritabilidad, malhumor, insomnio. Este camino podría conducir a un síndrome depresivo, añadiéndose a lo anterior decaimiento, tristeza, falta de apetito, ideas obsesivas de tipo catastrófico y hasta paranoicas.
La solución implica dos aspectos.
INMEDIATO: Abordar la situación estresante del pasado que continúa reviviéndose en el presente, con el objeto de que la persona active mecanismos psicológicos que le permitan cerrar dicha situación y quede realmente sólo como un recuerdo del pasado.
MEDIATO: Explorar y transformar los mapas existentes que determinan la debilidad e invalidez del individuo frente a los hechos violentos del medio ambiente. Obviamente, estas soluciones se refieren a incidencias de tipo psicoterapéutico y en mi opinión es lo más aconsejable sobretodo si es una dama o un menor de edad
Por todo lo anteriormente dicho se comprende que una cosa es la conducta específica in situ, es decir, en el instante en que se sucede, por ejemplo un asalto, y otra las posibles respuestas psicológicas luego del evento. Son dos procesos en niveles distintos, aunque conectados, entre otras cosas, por la dificultad para aportar instrumentos prácticos que suavicen el trauma ,
Sin embargo, refiriéndome al primer nivel e intentando obviar las diferencias individuales que producen tan diversas respuestas, resumiría esas especies de decálogos de protección para las víctimas de hechos de violencia, en un sólo precepto: durante una confrontación cara a cara y arma en mano, permitir que el asaltante viva su rol de superioridad infantil, es decir, no enfrentarlo ni provocarlo para que no se resienta su actitud de poder.
En la medida en que la víctima juegue el rol contrario -«sí, reconozco que estoy en tus manos»- , es más probable que no se desborde la violencia. Otra cosa significa la especificidad de una violación. Frente a ello, no creo que nadie se atreva -yo no me atrevo- a recomendar la práctica anterior. Creo que la respuesta saldrá de lo que para la persona agredida sea más esencial dentro de sus códigos éticos: conservar la vida permitiendo la invasión degenerada o conservar la dignidad perdiendo la vida. Sólo Dios y la propia persona, pueden decidir qué es lo adecuado.
Finalmente, las extorsiones hoy se están dando no solo en Lima sino en las principales ciudades del país, recomiendo denunciar de inmediato este tipo de delitos.