Los cibercriminales han cambiado de objetivo. Cada vez atacan más a las pymes, en lugar de a las grandes empresas, según una investigación llevada a cabo por ZeedSecurity, una auditora de seguridad digital. Esto se debe a que los hackers saben que las pequeñas compañías están más desprotegidas, por lo que es más fácil conseguir de ellas un gran volumen de datos.
Esta tendencia está provocando que los grandes agentes de Internet estén penalizando a las webs poco seguras, reduciendo su visibilidad en los buscadores, con el objetivo de proteger a los usuarios. Es el caso del navegador Chrome de Google, que ofrece un sistema de navegación segura, que protege contra ataques de phishing y software malicioso. Es un sistema pensado para proteger la privacidad de los usuarios, y también se utiliza en otros navegadores.
Asimismo, los buscadores ponen en marcha neuvas vías para atajar la actividad de los cibercriminales. Desde agosto, Google penaliza las webs que no incorporen certificados https. Y son muchas las empresas, sobre todo las más pequeñas, que descuidan este tipo de aspectos, según denuncian los expertos de ZeedSecurity. «A la hora de hacer búsquedas su posición en el buscador se vea penalizada, e incluso, que al intentar acceder a la web, no se pueda por problemas de seguridad», advierten.
Black SEO
Por otro lado, entre los ciberdelincuentes cada vez es más habitual la utilización de técnicas conocidas como Black SEO. Consiste en atacar páginas webs legítimas, para inyectar links que enlazan con sus webs para propagar malware de forma masiva. Por ello, Google también penaliza a las webs que puedan verse afectadas por estos problemas.
En definitiva, la falta de inversión en seguridad hace que la inversión en SEO se malgaste, según ZeedSecurity. Es decir, que aunque una empresa haga grandes campañas en SEO, si no revisa la seguridad de su web, el gasto no tendrá todo el retorno esperado.