Le decimos cristal blindado al vidrio que se coloca en bancos, cajeros, joyerías y determinados vehículos de seguridad, para proteger de impactos de bala a los que se coloquen tras este parapeto.
El nombre técnico correcto es el de vidrio laminado de seguridad y está compuesto por varias láminas de vidrio entre las que se intercalan diversas capas de otros materiales.
Generalmente está formado por tres capas: dos lunas de cristal grueso y duro entre las que se intercala una capa de plástico —generalmente polivinilo— o resina fundida. Aunque también es frecuente que se alternen varias capas de ambos materiales para aumentar su resistencia.
Todas estas capas se funden entre sí, mediante una elevada presión que impida que se separen, en un proceso llamado laminación. La pieza única obtenida tiene un espesor que varía de 15 a 66 mm, de acuerdo con el nivel de protección que se requiera.
Gracias a la dureza que aporta el cristal y a la elasticidad del segundo material, el sistema de blindaje puede absorber la energía cinética que libera el impacto de un proyectil. Además, cuando el cristal recibe el impacto, se quiebra, pero las esquirlas quedan adheridas a las capas intermedias, manteniendo así la integridad del conjunto.
En cuanto a la resistencia de un blindaje, depende del tipo de cristal utilizado para hacer las láminas, de su grosor y del material que se haya colocado entre ellas.
en la actualidad los coches civiles los fabrican con vidrio laminado, sin grosor antibalas, por lo que son buenos contra golpes y piedrazos, pero nada efectivos contra armas de fuego
prueba de vidrio blindado en 1931