BRASILIA (Reuters) — El gobierno de Brasil publicó este lunes un decreto que permite el derribo de aeronaves sospechosas de ser usadas para el tráfico de drogas, una medida que entrará en vigor dentro de tres meses para posibilitar su difusión en el exterior.
El decreto, publicado en el Diario Oficial, establece que Brasil considerará «sospechosas de tráfico» de drogas las aeronaves que ingresen a su territorio sin plan de vuelo aprobado y provenientes de regiones reconocidas como productoras o distribuidoras de drogas ilícitas, o que omitan informaciones necesarias para su identificación.
Antes de proceder al derribo de una aeronave interceptada, las autoridades deberán adoptar medidas para determinar su identidad y poner en práctica mecanismos de intervención destinados a forzar su aterrizaje.
Luego, en caso de que la aeronave sospechosa continúe sin identificarse ni desviar su ruta para aterrizar, las autoridades podrán realizar disparos de advertencia.
El derribo de la aeronave sospechosa, que será decidido sólo como último recurso, deberá hacerse sobre zonas «no densamente pobladas» y ser autorizado previamente por el presidente de la república o por una autoridad por él delegada.
El decreto lleva la firma del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y de los ministros de Justicia, Defensa y Relaciones Exteriores, entre otras autoridades.
La ley que permite el derribo de aviones sospechosos de narcotráfico en espacio aéreo brasileño había sido sancionada en 1998, pero recién ahora entrará en vigencia debido a que no había sido reglamentada.
El decreto firmado por Lula sólo autoriza el derribo de aviones sospechosos de realizar tráfico de drogas, por lo que aviones militares extranjeros que ingresen a Brasil sin permiso sólo podrán ser derribados en caso de autodefensa, con respaldo de las Naciones Unidas.