NAOMI KOPPEL
Associated Press
GINEBRA – Cada segundo, algún ser humano trata de suicidarse en algún país del mundo. Y cada 40 segundos, un suicida cumple su propósito.
Pero del millón de personas que se suicida cada año, muchos podrían salvarse si los gobiernos y los médicos mejorasen sus esfuerzos por educar y tratar a los enfermos mentales y remover simplemente los instrumentos utilizados para el suicidio, dijo el miércoles la Organización Mundial de la Salud.
«El suicidio es un problema grave de salud pública que poca gente considera un problema, prefiere no mencionar y hace un verdadero esfuerzo por ocultar», dijo el doctor José Bertolote, del Departamento de Salud Mental de la agencia. El médico habló con vista al Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se observa el viernes.
Más personas mueren cada año debido al suicidio que a la suma de homicidios y guerras, y en la mayoría de los países europeos el número de suicidios es mayor que el número de muertes por accidentes del tránsito.
Las tasas más altas de suicidio se registran en los estados del Báltico, Rusia y Finlandia, y las más bajas son las prevalecientes en los países musulmanes y América Latina.
En 1950, el 40% de los suicidios correspondían a individuos de menos de 45 años, pero hacia 1998 esa cifra había subido al 55%.
Muchos suicidios podrían ser evitados si la gente no tuviese acceso fácil a las armas, los venenos o las medicinas, dicen los promotores de la campaña antisuicidio. Y otros pueden evitarse además con el tratamiento oportuno de las enfermedades mentales, el alcoholismo y la adicción a las drogas.
«Deseamos transmitir al público y a las autoridades el concepto de que el suicidio no es inevitable, y que aquellos que son suicidas no tienen que cometer suicidio de manera inevitable», dijo el presidente de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, Lars Mehlum.
«La vasta mayoría de los suicidas no desean morir, sino que no desean continuar viviendo en las condiciones en que se ven obligados a vivir. Podemos hacer mucho, y este mensaje no es sólo para los médicos, sino también para los ciudadanos conscientes», agregó.