La gran cantidad de energía liberada por una explosión cósmica ocurrida a unos 50.000 años luz en un lejano lugar de la Vía Láctea ha provocado el asombro de astrónomos en todo el mundo.
El estallido se produjo en la superficie de una estrella neutrón de la constelación Sagitario, que lleva el nombre de SGR 1806-20.
El destello de radiación observado el 27 de diciembre fue tan poderoso que rebotó de la Luna e iluminó la atmósfera de La Tierra.
«Si esto hubiese ocurrido a 10 años luz de la Tierra, el daño a la atmósfera podría haber sido muy grave y quizás habría causado la extinción en masa de los seres vivos», afirmó el doctor Bryan Gaensler del Centro de Astrofísica Harvard Smithsonian.
Estrella magnética
Consultado por la BBC sobre la explosión, el doctor Rob Fender de la Universidad de Southampton, Inglaterra, señaló que «liberó más energía en una décima de segundo que la emitida por el Sol en 100.000 años».
Si esto hubiese ocurrido a 10 años luz de la Tierra, el daño a la atmósfera podría haber sido muy grave y quizás habría causado la extinción en masa de los seres vivos
Doctor Bryan Gaensler del Centro de Astrofísica Harvard Smithsonian
«Es probablemente la mayor explosión observada por los seres humanos en nuestra galaxia desde que Johannes Kepler vio su supernova en 1604», agregó.
Veinte centros de investigación de distintas partes del mundo están estudiando la explosión cósmica. Las conclusiones del fenómeno observado aparecerán en un próximo número de la revista Nature.
SGR 1806-20 es una variedad de estrella de neutrón conocida como magnetar (estrella magnética).
Se trata de un objeto ultradenso compuesto enteramente por neutrones y es el núcleo de una estrella colapsada que alguna vez fue de gigantescas dimensiones.
Tiene apenas 20 kilómetros de diámetro y da vueltas tan rápidamente que completa una revolución cada 7,5 segundos.
«Afortunadamente, no hay ninguna magnetar cerca de nosotros», señaló el doctor Gaensler.