Algunas personas sehan acercado al Libro de Visitas de Segured.com para solicitar información entorno a las pólizas de seguro contra el secuestro. No es un tema sencillo pues la informacióngeneralmente es aportada por fuentes anónimas. Esto sucede por dos razones: primero, en muchos países de habla hispanael pago de rescates –uno de los aspectos esenciales de estas pólizas- es penadopor ley. Luego los proveedores de estetipo de servicios prefieren mantenerse en el más absoluto “bajo perfil”. Estas pólizas, incluso, tienen una cláusulade confidencialidad que no debe ser violada por el beneficiario, so pena deperder la cobertura.
Los oferentes de estosseguros (Control Risks, Corporate Risks International,Ackermangroup LLC, Kroll, Hiscox, AIG, Pinkerton, Chubb y ProfessionalIndemnity Agency Inc., entre otros) tienen sus sedes en Estados Unidos, elReino Unido y Suráfrica. De allí que el mayor porcentaje de la información enesta materia esté en idioma inglés.
Colombia, con sus aproximadamente 3 mil casos anuales desecuestro, es el principal mercado de estos agentes. Le siguen México, Brasil y Venezuela. En este último país los plagios seincrementaron 36% durante el 2003. Estoequivale a 267 personas afectadas en ese período.
En un estudio sobre esta actividad en México, Brasil yColombia, Marco Fernández (Pontificia Universidad Católica de Chile) señaló quela mitad de las pólizas de seguro contra el secuestro de todo el mundo sonvendidas en Latinoamérica. Por tal razónno dudó en calificar a este sector de la economía como una “contraindustria”.
“Hay una redirección hacia ese nicho por parte de lasgrandes aseguradoras. Proveyendo pólizas de secuestro, rescate y extorsión, contratando o subcontratando a empresas queproveen de protección privada y queentregan capacitación para protección a grupos familiares o de empresas. También proveen de negociadoresprofesionales, de tareas preventivas, de terapias psicológicas”, explicó en untrabajo presentado ante un panel del Centro para Estudios de Defensa delHemisferio en agosto de 2002.
Los ejecutivos y representantes de empresastransnacionales son los principales contratantes de segurosantisecuestros. Aunque el secuestro seha “democratizado” gracias a las modalidades express y “pesca milagrosa”, ellos siguen corriendo el riesgo másalto de caer en cautiverio.
La contratación de un seguro antisecuestro puederepresentar una solución, pero también puede ser un impedimento para que unasituación de plagio llegue a un final feliz. Es cierto que al contar con expertos en materia de negociación seincrementan las posibilidades de que la víctima salga ilesa. Pero por otro lado la lógica empresarial de“maximizar las ganancias” puede entrar en conflicto con la necesidad de hacerpagos multimillonarios y urgentes por la libertad de un cliente. Además, la negociación de secuestros poragentes privados puede traer serias consecuencias legales, pues en determinadascircunstancias puede ser tomada como un intento por obstruir la administraciónde justicia.
Conviene preguntarse también hasta qué punto laproliferación de las pólizas antisecuestro puede constituirse en un alicientepara las bandas dedicadas a este delito. En determinadas circunstancias la presencia de un seguro de estanaturaleza podría reforzar el desinterés de la víctima y sus familiares enacudir a las autoridades, pues saben que una vez realizado el pago la personaregresará a casa. Hugh Rossembaun, representantede Tillinghast-Towers Perrin, una firma dedicada al corretaje de este tipo depólizas, lo resumió con estas palabras: “Cuando algo pasa, usted primero debe llamar a la compañía aseguradora,no a la embajada o a los marines”. Confrases como ésta, uno se da cuenta de que la seguridad personal es cada vezmenos un asunto de los estados.
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