El Departamento Administrativo de Seguridad produce inteligencia estratégica, investigación criminal, control migratorio y protección de sus altos dignatarios para contribuir activamente a garantizar la seguridad interior y exterior del Estado, preservar la integridad del régimen constitucional y la defensa de los intereses nacionales.
Para el año 2006, el Departamento Administrativo de Seguridad, retomando la concepción original de su creación, se habrá posicionado ante la Presidencia de la República, demás instituciones del Estado y la opinión pública, como el organismo élite que salvaguarda los más altos intereses del Estado por su condición de máximo servicio de inteligencia estatal, su función de investigación criminal de delitos que amenacen su existencia y estabilidad, de control migratorio y de protección de los más altos funcionarios del Ejecutivo.