GONZALO SOLANO / AP
QUITO
La convocatoria a un paro en tres provincias demandando la destitución de los magistrados de la Corte Suprema tuvo una acogida menor ayer temprano por parte de la ciudadanía, con eventuales bloqueos de calles y carreteras, incluso la Panamericana.
Al inicio de la paralización se evidenció una mínima circulación de transporte público y de taxis en esta capital, obligando a miles de personas a largas caminatas para llegar a sus respectivos sitios de trabajo.
Los servicios municipales de transporte, los más importantes de la ciudad, amanecieron paralizados, mientras esporádicos grupos de manifestantes bloqueaban temporalmente algunas calles, principalmente del norte capitalino.
En Cuenca, la tercera ciudad del país, el llamado tuvo una mínima convocatoria el miércoles temprano, sin que se registren manifestaciones, al igual que en Riobamba, aunque en esta última se informó que se cerraba la circulación por la carretera Panamericana.
El alcalde de Quito, Paco Moncayo, lidera el paro al que han anunciado su adhesión las provincias de Azuay y Chimborazo, cuyas autoridades rechazan a los integrantes de la Corte Suprema elegidos en diciembre por el Congreso, atendiendo un pedido del presidente Lucio Gutiérrez.
La oposición calificó desde entonces de inconstitucional esa Corte y demandó su inmediata destitución, aunque sin éxito, desde diciembre.
Moncayo, en el canal 4 de televisión, justificó la paralización aduciendo que «el pueblo quiteño jamás ha podido convivir con el abuso, la arbitrariedad, la corrupción, la torpeza y la infamia, es una forma de decirle al país y al mundo lo que está pasando a Ecuador».
Consultado si desea acabar con el gobierno de Gutiérrez, señaló «quiero que termine su período, quiero que rectifique, si sigue como está va a pasar a la historia como el peor presidente de la historia del Ecuador».
El prefecto de Pichincha, Ramiro González, en radio Centro afirmó que «vamos a hacer manifestaciones para que Ecuador cambie, queremos regresar a la constitucionalidad, a la democracia».
»Si ese señor (Gutiérrez) insiste en estar en dictadura vamos a protestar, si no rectifica tiene que irse», agregó, evidenciando la diferencia de posiciones con Moncayo, ambos del partido Izquierda Democrática y vistos como potenciales candidatos a la presidencia en las elecciones del 2006.
El diputado socialista Enrique Ayala criticó en el canal 4 de televisión a los líderes de la convocatoria, Moncayo y González, y expresó la esperanza de que «la protesta popular no se quede en peleas».
