Washington. El plan del Pentágono de cerrar 33 de sus mayores instalaciones militares en Estados Unidos ha generado protestas en todo el país debido a la pérdida de empleos y al impacto negativo en las comunidades que perderán las bases.
Desaparecerán en total casi 30.000 puestos de trabajo en todo el país, como parte de una de las mayores remodelaciones de las bases militares de Estados Unidos en las últimas décadas, según Efe.
El Pentágono pretende concentrar las fuerzas en bases mayores para ahorrar unos 50.000 millones de dólares en 20 años, según su titular de Defensa, Donald Rumsfeld.
El plan busca modernizar su despliegue dentro de Estados Unidos, que responde actualmente a una estrategia diseñada originalmente para responder a un ataque de la ahora extinta Unión Soviética.
Las comunidades perjudicadas respondieron primero con sorpresa y luego con indignación a la noticia.
«Obviamente, esta es una decisión aplastante y devastadora», dijo en Brunswick la gobernadora de Maine, la republicana Olympia Snowe.
«Es una pérdida injustificada y va contra la razón, la lógica, el valor estratégico y ciertamente es un error de proporciones épicas», añadió.
Maine perderá los astilleros de Kittery, especializados en reparar submarinos nucleares y donde se construyó el primer buque de guerra de EEUU. Con ellos desaparecerán 4.510 empleos, a los que se añadirán 2.420 que se perderán en la base aérea de Brunswick.
«¡Qué se vaya al demonio! Vamos a seguir abiertos», dijo Paul O’Connor, presidente del sindicato del metal de Maine, en referencia a Rumsfeld.
Más de 2.000 trabajadores se manifestaron en Kittery con pancartas que decían «Salvemos nuestros astilleros».
Otra de las bases que se eliminará, según el plan, es la de Groton, Connecticut, una ciudad que se enorgullece de llamarse a sí misma «la capital de submarinos del mundo».
«Realmente es como un puñetazo en el estómago», dijo el senador demócrata por Connecticut, Joe Lieberman, quien calificó la decisión como «irracional e irresponsable».
La mismas reacciones se sintieron en Dakota del Sur y en Nueva Jersey.
No todo está perdido para ellos, pues la decisión de clausurar estas instalaciones aún no es definitiva. Antes, la Comisión de Reestructuración y Cierre de Bases, un órgano independiente, tendrá que analizar el plan del Pentágono.
El 8 de septiembre este órgano enviará sus recomendaciones al Congreso y al presidente de EEUU, George W. Bush.