Posada Carriles intervino en caso Irán-Contras

CURT ANDERSON
Associated Press
MIAMI – Poco después de escapar de una prisión venezolana hace 20 años, Luis Posada Carriles se presentó como «Ramón Medina» en un aeropuerto de El Salvador, donde ejecutaba parte de un plan operativo secreto de la Casa Blanca de entregar armas a los rebeldes nicaragüenses que combatían al gobierno sandinista.
El vínculo de Posada Carriles en el tema de Irán-Contra, detallado en documentos gubernamentales, es uno de los episodios menos conocidos de su activismo en contra del presidente cubano Fidel Castro y otros gobiernos de izquierda en América Latina. Dijo en alguna ocasión que estaba librando una «guerra sin cuartel» contra los gobiernos que el creía comunistas.
Posada Carriles, de 77 años, se encuentra ahora detenido en Estados Unidos acusado de haber ingresado al país de forma ilegal. Podría ser deportado.
El militante está solicitando la residencia en Estados Unidos, que obtuvo por primera vez en 1962, y asilo político acogiéndose a su trabajo en el pasado para la CIA.
Venezuela busca la extradición del sujeto, no sólo por la fuga sino por un tercer juicio sobre el ataque contra un avión de Cubana de Aviación en el que perecieron 73 personas sobre la costa de Barbados.
Está prevista una audiencia ante las autoridades estadounidenses el 13 de junio.
En 1985, Posada Carriles estaba muy involucrado con los esfuerzos clandestinos del gobierno de Ronald Reagan para detener el avance de los sandinistas. Washington vendía armas a Irán y los ingresos percibidos los entregaba a los Contra, según el informe final Irán-Contra elaborado por el asesor independiente Lawrence E. Walsh.
Bajo «Ramón Medina», Posada Carriles trabajó con otro exiliado cubano, conocido como «Max Gómez» en la Base Aérea de Ilopango, en El Salvador. El nombre de «Max Gómez» era Félix Rodríguez, un agente de la CIA que participó en Bolivia en la operación en que se capturó y mató al revolucionario Ernesto «Ché» Guevara.
«Posada necesitaba un trabajo, y Rodríguez tenía un destino», dijo Thomas Blanton, director del Archivo de Seguridad Nacional, una organización sin ánimo de lucro de la Universidad George Washington, que recopila y publica documentos del gobierno. «Si Rodríguez es el presidente ejecutivo de la operación, Posada Carriles es el director de operaciones».
Según el informe de Walsh, Posada Carriles se cercioró de la distribución a los contras de unos seis millones de dólares. El dinero era llevado desde Miami a El Salvador por medio de una empresa aérea que servía de fachada de la CIA.
«Una vez se entregaba el dinero en la base aérea de Ilopango, Luis Posada y Félix Rodríguez realizaban las entregas», dice el informe.
Conforme se fue conociendo la trama Irán-Contra, un carguero C-123 con armas y provisiones para los guerrilleros fue derribado en Nicaragua el 5 de octubre de 1986. Dos pilotos estadounidenses murieron y un tercer miembro de la tripulación, Eugene Hasenfus, fue capturado.
Cuatro días después, Hasenfus confesó haber hecho 10 de esos viajes. Dijo que «Medina» y «Gómez» estaban a cargo de las operaciones.
En ese entonces, la identidad real de ambos era un misterio. Inclusive, en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, un senador exigió que se revelara la identidad de Gómez y que se aclarara si éste reportaba directamente al entonces vicepresidente George Bush, padre del actual presidente.
Clair George, entonces jefe de operaciones clandestinas de la CIA, respondió que no sabía de conexión directa alguna con Bush, pero añadió que Gómez «es uno de los dos nombres que el señor Hasenfus dijo que eran los dos hombres de la CIA a cargo de la cosa».
George fue convicto en 1992 de mentir al Congreso estadounidense acerca del Irán-Contra, pero fue perdonado junto a otras figuras del escándalo por el presidente Bush en las Navidades de ese año.
Luego del derribo del avión de Hasenfus, le llegó el fin a la base de Ilopango. Un alto funcionario salvadoreño ordenó a los equipos de reabastecimiento que abandonasen el país y los aviones fueron llevados a Honduras.
Posada entonces quedó a cargo de cerrar las operaciones.
De acuerdo al informe Walsh, Posada «despejó las casas en las que se había quedado el personal» y entregó documentos a las autoridades norteamericanas. «Posada cerró además los arrendamientos, pago las cuentas y dispuso del equipo radial, automóviles y otros bienes», dice el reporte.
Luego de su participación en el Irán-Contra en 1990, Posada fue herido de bala por individuos no identificados en Guatemala. Cuba le ha responsabilizado por una serie de ataques con bombas en la isla en 1997, uno de los cuales mató a un turista italiano. Posada fue encarcelado en Panamá en el 2000 por un presunto complot para matar a Fidel Castro, pero fue perdonado en agosto pasado por la presidenta saliente del país.
En marzo, Posada apareció en Miami tras cruzar la frontera con México para pedir asilo en Estados Unidos.

En la internet:
Archivo de Seguridad Nacional: https://www.gwu.edu/ 7/8nsarchiv/

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