Montevideo.- Bolivia, sumida en una vorágine de protestas e inestabilidad política con consecuencias difíciles de pronosticar, es un país estratégico de América del Sur y preocupa a sus vecinos, según el sociólogo uruguayo César Aguiar.
Bolivia es relevante no solo por su »ubicación estratégica en el centro de Sudamérica» sino especialmente por su »excepcional dotación de recursos energéticos» capaces de satisfacer las necesidades de estos países por muchos años, dijo César Aguiar, que tiene una empresa de opinión pública en el país andino.
La compañía brasileña Petrobrás es propietaria del 10% de las reservas de gas boliviano. Pero Aguiar tiene la impresión de que en este momento en Brasil prevalecen los intereses políticos y no los económicos respecto a Bolivia, en el marco del esquema de integración sudamericana que impulsa y busca liderar.
Más aún si se tiene en cuenta el papel que podría estar jugando Venezuela. Porque »existen muchos indicios de que el gobierno (del presidente venezolano Hugo) Chávez tiene una política activa de cooperación con el MAS (Movimiento al Socialismo) de Evo Morales», indicó Aguiar.
»Brasil no puede tolerar que el señor Chávez y el señor Morales se conviertan en los controladores de los principales recursos energéticos» de la región, »que eso dependa de dos países atrasados, de cultura tradicional», estimó Aguiar.
Venezuela es el principal productor de petróleo de Sudamérica y Bolivia tiene la mayor reserva de gas natural de la región después de la venezolana.
Brasil y Argentina enviaron la semana pasada emisarios para evaluar la situación, y este jueves viajaba una misión de observadores de esos dos países y de la ONU para participar de la reunión del Congreso que tratará la renuncia del mandatario Carlos Mesa, en Sucre.
Las perspectivas de una solución a la crisis boliviana son difíciles de predecir.
Bolivia es »internacionalmente inestable», pues »ha tenido relaciones complicadas con sus vecinos, guerras con Chile, con Perú, con Paraguay, le ha vendido pedazos de su territorio a Brasil», tiene »límites con conflictos potenciales con Perú y Chile», dijo Aguiar.
Si se agrega »una gravísima inestabilidad interna, es razonable esperar que la situación sea potencialmente muy conflictiva, como por ejemplo la de los Balcanes», añadió.
La sociedad boliviana está »dividida por muchas y muy diversas razones», explicó.
Está el factor de »la población indígena, con corrientes políticas que reivindican la nación incaica, que aspira a la rehabilitación de la nación aymara, e imaginan que algún día estarán unidos con indígenas del lado peruano formando un único territorio», valoró.
Están »los campesinos sin tierra que están en el altiplano, problema vinculado con el anterior, porque muchos son indígenas»; y están los cocaleros »que se niegan a acabar con los cultivos de coca, que son los más combativos» y que »tienen una relevancia política» porque el líder cocalero »Evo Morales tiene el 21% de los votos».
Paralelamente, está la discusión sobre el gas, »si Bolivia es propietaria o no de lo que hay en el subsuelo, si ese gas se industrializa o no, si se exporta o no, quién lo hace, por dónde, en qué condiciones y cómo, si se vuelve a nacionalizar», prosiguió.
Y luego »están los conflictos regionales (…) que tienden a agravarse, porque notoriamente el este y el sur crecen aceleradamente y el altiplano es una inmensa rémora, un inmenso costo» para sus economías, señaló Aguiar.
Bolivia tiene »un sistema político muy debilitado, donde no hay mayorías relevantes, donde las regiones tienen mucho peso específico con capacidad de articulación de intereses y donde no es pensable que en un plazo breve se pueda llegar a establecer un régimen democrático de consenso», concluyó.
Información de la agencia AFP.